El árbol tapado por el bosquecito

El árbol tapado por el bosquecito

Auna semana de la primavera, la política provincial dejó de hibernar. Medio septiembre se despide con algunas claridades. No son definitivas, acaso ni duraderas, pero son tendencias florecientes.

Las más visibles han brotado en la oposición. Para el radical José Cano, no hay deshielo en las relaciones con el PRO, congeladas desde octubre del año pasado. En cambio, el acercamiento con el Frente Renovador se encuentra en franco reverdecer. Este contraste tiene razones de doble orden.

Motivos

Por un lado están los motivos nacionales. El tucumano mantuvo esta semana una cena trascendente. El martes, en Buenos Aires, estuvo en el hotel Savoy con otros ocho radicales con chances de ser gobernadores en 2015, y los “presidenciables” del centenario partido. El postre fue acordar que en los nueve distritos provinciales que el radicalismo puede ganar habrá una estrategia común para frenar los “aprietes” del PRO. Según los “correligionarios”, el macrismo despliega en el interior la estrategia de exigir candidaturas clave, so pena de presentarse “por afuera” de todo frente, con pocas chances de ganar pero restándole votos a la UCR. Léase, o gana el PRO o pierde la oposición.

Por otro lado, los motivos personales. Los que frecuentan a Cano aseguran que le cayeron mal las exigencias macristas. Esas demandas, según reveló el columnista Federico van Mameren, fueron las de reservar para el PRO la vicegobernación, la intendencia de la capital y la de Yerba Buena. “No pueden pretender condicionar un acuerdo diciendo que Fulano de Tal debe ser candidato a este u otro cargo porque tiene $ 20 millones para la campaña”, fue la indignada reacción de un canista.

Nada, nadie

Sergio Massa, en cambio, hasta aquí no habría pedido nada. Ni por nadie. El lunes elogió a Cano en el programa del columnista Joaquín Morales Solá, y aclaró que su fuerza no presentará candidato a gobernador por Tucumán. En privado, el tigrense se habría limitado a manifestarle al tucumano (con quien dialoga sin intermediarios) que le convendría llevar en la fórmula a un peronista. Punto. Tal vez estaba apurado o corto de palabras, pero lo cierto es que no faltan los radicales que interpretan que Massa no dijo “un massista” (y eso que hay una docena de tucumanos que se arrogan la “franquicia” del Frente Renovador) sino “un peronista”. ¿Del ámbito privado o público? ¿Un respetable industrial cañero? ¿El amigo de los 90 con quien Massa se reencuentra en cada visita a Tucumán? ¿O el intendente de la capital, con quien no logra reunirse ni a comer unas empanadas?

Escenas

Domingo Amaya ha sacudido el avispero. A diferencia de las anteriores, cuando esta semana ratificó ante propios y extraños que será o será candidato a gobernador, no se quedó en el voluntarismo sino que brindó razones. Ninguna encuesta da un claro ganador en 2015, manifestó. Los sondeos que circulan le dan ventaja a quien los paga, pero siempre muestran un pelotón de dirigentes y ninguno les saca a los demás una ventaja sustancial. Por eso, el jefe municipal ha anunciado que encabezará un frente ganador o, en su defecto, liderará una propuesta propia, porque en un escenario sin alianzas tiene tantas chances como sus competidores de alcanzar el sillón de Lucas Córdoba.

Pero lo que impactó en sus adversarios no ha sido su declarada determinación. A alperovichistas y radicales un frío político les corrió por la espalda el miércoles, con la escena del obispo de Concepción, José María Rossi, disertando para jóvenes del sur sobre los valores de la política en una charla organizada por la intendencia capitalina. Aunque el propio Amaya se encargue de negar toda connotación política, se trata del prelado que sacudió al poder político hace 15 días, cuando postuló la necesidad de “gastos sociales acotados y controlados”, y alertó sobre la “plata suelta” en el parlamento local. Todo cuanto un ciudadano querría escuchar de un presidente de la Legislatura.

Elucubraciones aparte, Amaya logró demoler un pilar proselitista del vicegobernador en abuso de licencia. Juan Manzur (“más ministro de Salud que nunca”, es el chiste de Casa de Gobierno) ya no podrá hacer campaña maquillándose como el precandidato que tiene el respaldo de la Iglesia.

Banquinas

En Casa de Gobierno toman nota de la tendencia a la baja de las acciones electoralistas de Manzur; y se esfuerzan por acentuar la impresión de que al compañero de fórmula de José Alperovich lo han dejado en la banquina. A cargo de generar esa sensación está el propio Alperovich.

Esta semana el gobernador acentuó la tendencia de mostrarse junto con su esposa en actos oficiales. El martes, en Aguilares, inauguró con ella una escuela y entregó ambulancias. No estuvo Manzur. Tampoco José López, desaparecido de los lugares que solía frecuentar. Sí estuvo Osvaldo Jaldo.

Señales

Que los protagonistas del poder político no alcancen acuerdos deja tres cuestiones a la vista.

La primera: no hay república. Entonces, el que se quede con la gobernación lo tendrá todo, porque desde hace 11 años está claro que el gobernador coloniza el Poder Judicial, arrodilla el Legislativo y domestica los municipios. De allí que los operadores de Cano y los de Amaya se ofrezcan lo mismo: que uno se quede con el Ejecutivo y el otro se lleve la vicegobernación, las intendencias, los primeros puestos en las listas de senadores y diputados... No hay avances porque nada compensa el desproporcionado y antidemocrático poder acumulado por la Casa de Gobierno.

La segunda: la institucionalidad tucumana es precaria porque la política tucumana lo es. Sólo se habla de nombres, no de ideologías, modelos de Estado, políticas públicas...

La tercera: radicales y peronistas se ofrecen entre sí (y se disputan internamente) una intendencia de la capital que no tienen segura. Ricardo Bussi no descarta postularse como candidato a intendente porque en octubre obtuvo 90.000 votos: el 60% son de la capital. Y mientras Fuerza Republicana analiza repetir la estrategia de 2003, “póngale un gobernador a Bussi”, ni el PJ (en cualquiera de sus versiones) ni la UCR tienen, a 52 semanas de agosto, un precandidato instalado en la opinión pública. Si se tiene en cuenta que el corte de boleta oscila entre el 7% y el 10% en Tucumán, se advierte que la posibilidad de que FR siente al “lord mayor” puede ser difícil pero, al menos en este preciso momento, de ningún modo es descabellada.

Horizontes

Que la política tucumana está saliendo del invierno con tendencias más o menos claras no significa que vaya a entrar al verano con el cielo despejado.

En su charla del jueves, en el ciclo de Conferencias de LA GACETA, el columnista Carlos Pagni expuso que hoy el PRO y UNEN se pelean porque no hay un espanto que los reúna. Macri apuesta a que radicales y socialistas no tienen candidato; y radicales y socialistas sostienen que la falta de estructura hará trastabillar a Macri en las PASO. Pero otro será el cantar si a principios de 2015 se avizora que los comicios se polarizarán entre Scioli y Massa, o sea entre PJ y PJ. Cualquiera fuere el ganador, el PJ ocuparía los dos tercios del Congreso. “Sería el PRI”, graficó, en referencia al partido que detentó el poder durante seis décadas en México.

Por lo mismo, si el alperovichismo y el amayismo rompen (el quiebre sólo está declamado por los legisladores de Amaya, que critican pero votan con el alperovichismo; y por ediles alperovichistas, que cuestionan pero votan con el amayismo), la fórmula de Casa de Gobierno irá con el candidato del kirchnerismo que gane las PASO (Scioli, Randazzo, Domínguez...). ¿Quién será, dado ese caso, el candidato a Presidente del amayismo? ¿Quién será el postulante a gobernador del massismo? No es que sea “temprano” hablar de 2015. En todo caso, “no es el momento”, que no es lo mismo.

Perspectivas

Que cualquier cosa pueda ocurrir electoralmente no debería sorprender, porque, por caso, cualquier cosa está ocurriendo con los registros de la única entidad crediticia del Estado provincial.

Sólo el 26 de mayo pasado se aprobó (resolución 319/14) la Memoria Anual Descriptiva del Ejercicio 2011/2012 de la Caja Popular de Ahorros. O sea, el informe que recoge toda la información financiera y contable de ese organismo. Pero presenta problemas. La buena noticia: la institución tuvo “Resultado Positivo” de $ 47,4 millones. La mala: no se puede estar seguro. Según el escrito, ese dato corresponde en realidad al ejercicio 2010/2011, que no está bajo análisis. Pero supóngase que fue un error de tipeo (aunque bastante serio): tampoco se puede estar seguro del monto. Los $ 47,4 millones de “Resultado Positivo” surgen de que el Telekino tuvo (entre otras áreas) un saldo favorable de $ 12 millones. Pero el mismo expediente (519/360/13) detalla más adelante que el “resultado” del Telekino ha sido, en verdad, de $ 17,3 millones. ¿Y entonces?

Con la Memoria 2012/2013 también hay inconvenientes. Para empezar: se aprobó el 15 de mayo pasado (resolución 284/14): nueve días antes que la otra, que era más antigua. Dice que la Caja Popular le dio $ 37,6 millones al Siprosa: es la misma cifra que en 2011/2012. Pero supóngase que se trató de un error de “copiar/pegar” (aunque muy delicado): más adelante, el mismo expediente (442/360/14) dice que el Siprosa, en rigor, nunca recibió ese monto que está repetido. En 2011/2012 figuran $ 42,6 millones; y en 2012/2013 aparecen $ 51,2 millones. ¿O sea?

Mientras la dirigencia sólo especula futuros, en el presente, un ciudadano con un informe oficial no sabe lo que pasa con su dinero. Y con dos informes, directamente, no tiene la menor idea. A la política local, en esta primavera, el bosquecito le tapa hasta el árbol más grande.

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