El asedio de la delincuencia a vecinos de Barrio Sur

El asedio de la delincuencia a vecinos de Barrio Sur

Unos la ven en todas partes. Otros la relativizan y dicen que no es para tanto. Otros señalan que no es tal a juzgar por las denuncias policiales. Están aquellos que directamente la niegan (“ando caminando incluso a la madrugada y nunca me pasó nada”), y también los que sostienen que la culpa no la tienen los delincuentes, sino que es la sociedad la responsable que ellos existan y que hay que darles la posibilidad de que se reinserten socialmente. Pareciera que hay que padecer la inseguridad en carne propia para admitir su existencia y darse cuenta de que esta no tiene ideología y se presenta en la circunstancia menos esperada, con consecuencias imprevisibles.

Vecinos de Barrio Sur volvieron a reunirse hace unas semanas en la esquina de Moreno y Bolívar para protestar por los reiterados asaltos que vienen sufriendo en la zona. El viernes pasado marcharon hacia la comisaría 2ª para hacerse escuchar y pedir soluciones. “Hace poco más de un año nos reunimos con ustedes para hacerles este mismo reclamo. Queremos saber qué fue lo que hicieron”, afirmó una señora.

Uno de los responsables de la fuerza de seguridad dijo que desde la implementación del Sistema de Emergencias 911, las comisarías tienen menos personal porque todos los recursos humanos se concentran en este. Se informó que la comisaría cuenta con apenas cuatro motos y dos patrulleros para vigilar una de las jurisdicciones de mayor extensión de la capital (entre calles San Lorenzo-Fortunata García y avenidas Alem y Brígido Terán). Les prometieron que el miércoles pasado iban a poner en marcha el plan Pampa, que iba a contar con el apoyo de la Gendarmería, que ayudaría a resolver los elevados índices de inseguridad que se registran en esa jurisdicción.

El ministro fiscal que recibió ayer a los vecinos, le ordenó a un fiscal que se ocupara de investigar las denuncias. “La idea es tratar de ver porque se ha instaurado esta inseguridad en barrio Sur. El criterio es que las fiscalías estén cerca de la gente, ver cuáles son los problemas, tratar de solucionarlo con los vecinos”, señaló.

Mientras el funcionario judicial hacía declaraciones, la receptoría de LA GACETA, ubicada en Rondeau y Chacabuco, era asaltada por quinta vez. Los delincuentes se llevaron el dinero de la caja, así como el de las personas que se hallaban en el local. “Es la quinta vez que nos roban. Llamamos al 911 y al 101, pero llegaron 40 minutos después. Siempre pasa lo mismo”, dijo un empleado.

Las protestas de los vecinos datan de años atrás. “Siguen las quejas en barrio Sur”, se titulaba la crónica de nuestro diario el 10 de junio 2012; “Vecinos de Barrio Sur emplazan a la Policía. Hartos de los robos y arrebatos, una comisión le envió una carta al jefe de la seccional 2ª para pedir mayor presencia policial y cámaras. El viernes se reunieron en la esquina de Bolívar y Buenos Aires. Compromiso de la fuerza para garantizar la tranquilidad. (21/5/12).

Esta realidad pone en evidencia una vez más la ausencia de una policía comunitaria, que esté en contacto permanente con el vecino para conocer los problemas y movimientos de una barriada. De ese modo, se podría trabajar en la prevención. Si el Gobierno no ha podido lograr que la población se siente segura, significa que algo no está haciendo bien. Salta a la vista con una mayor cantidad de efectivos en la calle no se logra ni siquiera asustar a los asaltantes.

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