Preserve y conserve

Preserve y conserve

Por Rodrigo Ordóñez García - Fundación Proyungas.

13 Septiembre 2014
La transformación del piedemonte original de Yerba Buena no es reciente. Ya en la década del 60, gran parte del mismo había desaparecido, por efecto de la actividad agrícola, impulsada en esos años por el cultivo de la caña de azúcar, en primera instancia, y de los cítricos, luego.

Actualmente, son las presiones urbanas las que determinan una nueva valoración económica de la tierra. Se está produciendo, en forma paulatina, un cambio de uso, desde el rural y agrícola hacia el urbano.

El desafío actual consiste en pensar y en planificar de qué forma utilizamos el espacio que ya está transformado. Eso implica, entre otras cosas, estudiar la dinámica hídrica, el relieve y el modelo de urbanización, para que el desarrollo no opere en detrimento de la calidad de vida.

De más está decir que los pocos espacios naturales que quedan deben ser preservados y conservados. Hagamos el esfuerzo.

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