Argentina inicia con Israel la serie permanencia en el Grupo Mundial

Por Alejandro Klappenbach 12 Septiembre 2014

Nadie puede dudar de que la que comenzará hoy es la serie de Copa Davis más extraña de los últimos años para la Argentina. Un desacostumbrado play-off por la permanencia en el Grupo Mundial; Israel como rival aunque se juega en Sunrise, cerca de Miami, EE.UU.; en el cuarteto de Martín Jaite la carta de triunfo será Leonardo Mayer; el rival tuvo importantes inconvenientes para juntar cuatro jugadores. Y, como si esto fuera poco, la atmósfera reserva algo de su espacio al tema de la designación del próximo capitán, para la que la opinión de Juan Martín Del Potro será decisiva. Así, como al pasar, vale mencionar que él todavía no tiene fecha de regreso al circuito.

¿Qué puede resultar de esta ensalada de curiosidades? Una victoria argentina. Aún con condimentos desacostumbrados, la diferencia de nivel entre los jugadores debiera separar el desarrollo de una eventual sorpresa. Argentina es superior a Israel. Por ranking, jerarquía y variantes hay un equipo que es mejor que el otro. Tan cierto como esto es que deberá ganar los puntos en la cancha. Para eso vale, hoy, confiar en el momento de Mayer, que explota de confianza tras unos meses que lo proyectaron hasta el puesto 25 del ranking mundial. Su rival será Bar Botzer, un joven de 20 años de quien se conoce poco y nada: es el 776 del ranking y jugó apenas un solo Challenger en lo que va de 2014. El resto, sólo Futures. Vale también esperar que la inteligencia y capacidad competitiva de “Charly” Berlocq definan mano a mano un single cerrado contra Dudi Sela, el mejor jugador rival, que le ganó hace pocos días en el US Open. Otra vez, una serie de Copa Davis. Hoy parece extraña. Siempre resulta atractiva. Y en este caso, presenta pronóstico favorable.