11 Septiembre 2014
CATAMARCA.- La justicia de Belén trata el caso de un niño de 10 años, encontrado en la localidad de Barranca Blanca, con graves signos de desnutrición, marcas en el cuerpo (posiblemente producidas con un cinto de cuero), que no estaba escolarizado y que era obligado a trabajar. Los imputados son el padrastro y el abuelastro del pequeño.
Según publicó el diario "El Ancasti", la fiscalía intervino tras el informe policial, que da cuenta de que el niño era obligado a desempeñarse como pastor de cabras durante casi todas las horas de luz del día.
Tras ser llevado a la ciudad de Belén, los médicos constataron que el niño tenía marcas compatibles con golpes realizados con un objeto de cuero en varias partes de su cuerpo, que la criatura no estaba nutrida adecuadamente y tampoco estaba escolarizada.
Tras conocer estos detalles, el juez de menores de la jurisdicción ordenó que el menor sea separado de su grupo familiar hasta tanto se constate por qué estaba en esa situación.
El niño vivía con su hermana, su madre, su padrastro y el padre de su padrastro, y que serían éstos dos últimos sujetos quienes violentarían diariamente a la criatura.
Según publicó el diario "El Ancasti", la fiscalía intervino tras el informe policial, que da cuenta de que el niño era obligado a desempeñarse como pastor de cabras durante casi todas las horas de luz del día.
Tras ser llevado a la ciudad de Belén, los médicos constataron que el niño tenía marcas compatibles con golpes realizados con un objeto de cuero en varias partes de su cuerpo, que la criatura no estaba nutrida adecuadamente y tampoco estaba escolarizada.
Tras conocer estos detalles, el juez de menores de la jurisdicción ordenó que el menor sea separado de su grupo familiar hasta tanto se constate por qué estaba en esa situación.
El niño vivía con su hermana, su madre, su padrastro y el padre de su padrastro, y que serían éstos dos últimos sujetos quienes violentarían diariamente a la criatura.
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