La escuela tiene que escuchar las llamadas de atención

La escuela tiene que escuchar las llamadas de atención

Dos psicólogas de la UNT, expertas en bullying, analizan a pedido de LA GACETA la forma de llevar soluciones a las escuelas

11 Septiembre 2014
Ni es un tema nuevo ni es un problema que no se haya tratado. La cuestión es que crece y parece que no hay manera de pararlo. El acoso escolar mostrado en un video que se viraliza en la red sirve para retroalimentarlo. Un consejo de un padre que le dice al hijo: “si a vos te agreden, vos contestale; si te pegan, pegale más fuerte”, tira más leña al fuego. ¿Cómo frenar la violencia en la escuela? les preguntó LA GACETA a dos psicólogas especialistas en bullying. Estos son los conceptos que acercaron a la discusión:

“El bullying no sólo ocurre entre los chicos sino también entre los docentes, que son sobrecargados en sus tareas, que a veces están incomunicados con sus directivos y con sus compañeros”, advierte la psicóloga María del Carmen Gil, docente de Psicología Educacional de la Facultad de Psicología de la UNT e investigadora de un proyecto del Ciunt denominado “Construir convivencia en la escuela”. La psicóloga contó que una capacitación con 350 docentes terminó con una encuesta sobre cuáles eran los problemas de la vida de la escuela que les preocupaba. El 40% señaló las relaciones de violencia entre sus propios compañeros.

En un trabajo denominado “Comportamiento agresivo y bullying en las escuelas públicas”, del Ciunt, la psicóloga Anabel Llugdar señala que el bullying es un tipo de comportamiento agresivo ya instalado en la mayoría de los chicos, naturalizado”. En un estudio anterior comprobó que el 15% de la población escolar presenta un comportamiento agresivo, capaz de no sólo de violentar a los demás, sino también de tirar y romper cosas. En chicos con este perfil es más fácil que se inicien situaciones de acoso escolar, dijo.

“El problema de que la violencia se naturalice como una forma habitual de relacionarnos, requiere de políticas más generales, globales, integrales, para poder abordarlo”, sostiene María del Carmen Gil. “Cuando esta violencia aparece en la escuela nos preocupa porque ataca la función social de la escuela, pero también aparece en otros niveles: en el Senado, en las relaciones entre los políticos, en la calle, en la trama de la película de ‘Relatos salvajes’. Ahí se ve claramente que cualquier cosa dispara una reacción inusitada. Hay que tomar medidas de acción en todos esos niveles”, observa la especialista.

¿Cómo actuar?

Llugdar advierte que los padres en general no saben cómo manejar el tema de la violencia. “Y a vos te pegan, vos le devolvés la cachetada”. “Eso lo único que hace es generar más violencia”, indica la especialista. ¿Qué hacer entonces? “En primer lugar tratar de tener mucho diálogo con el niño o adolescente. En segundo lugar, buscar la intervención en la escuela, hablar con la directora o la maestra. Si el adolescente no quiere que el padre vaya a la escuela, decirle que hable él, con las autoridades que exponga la situación. En tercer lugar hacer una consulta al psicólogo”, señala. Saber atender a tiempo las llamadas de atención que se dan a diario en la escuela, aunque no lleguen a situaciones extremas, son importantes para poder prevenir. “Las situaciones de violencia escolar dejan marcas a nivel psiquismo como temores y tendencia al aislamiento”, afirma la especialista. En muchos caso de adolescentes, Llugdar advirtió que las situaciones de acoso venían desde la infancia, pero nunca habían sido debidamente atendidas. Hoy en día el bullying es más visible, porque de la escuela sigue en las redes sociales, más lejos todavía de las miradas de los adultos.

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