El control a los autos “piratas” en la provincia

El control a los autos “piratas” en la provincia

El temor al cambio siempre genera inquietud, sobre todo cuando la fuente laboral se vuelve incierta. Desde hace unos años, ha comenzado a generar inquietud de la nueva terminal de ómnibus de Concepción, cuya terminación se anuncia ahora para mediados de 2015. La estación está emplazada a varias cuadras de la plaza principal. Hasta el momento, tanto ómnibus interurbanos e interprovinciales, así como los taxis rurales, confluyen en la calle Italia al 1.200 y al 1.300, de esa ciudad, lo cual dificulta el tránsito. Los más preocupados son los comerciantes y los dueños de los autos rurales porque creen que habrá una merma considerable de clientes.

“Los piratas”, como se los conoce en la provincia, han anticipado que no se mudarán a la nueva terminal porque ellos no trabajan con los pasajeros que descienden de los ómnibus. “Hasta ahora, nuestro futuro es incierto. No nos conviene dejar este lugar, es nuestra parada ideal. No tenemos otro espacio”, afirmó uno de ellos que lleva viajeros de Monteros hasta La Perla del Sur.

La Municipalidad de Concepción ha intentado desalojarlos de la calle Italia en varias ocasiones, pero fracasó. El intendente dijo que cuando se inaugure la terminal, los rurales van a seguir ingresando al centro de la ciudad, pero “hay que redefinir dónde van a parar”. “Hablamos de que tenían que alquilar un espacio y yo los iba a ayudar. Pero no tengo respuestas. Pretendemos ordenar la calle Italia y ellos no pueden seguir ahí”, señaló.

Mientras el funcionario y los conductores zanjan la cuestión, sería importante que se legalizara la actividad de los “piratas”. El servicio se expandió a mediados de la década del 90 y vino a suplir las deficiencias del servicio de transporte público interurbano y a darle mayor comodidad al usuario, dejándolo en la puerta o a pocas cuadras de su destino. Pero la mayoría circulaba y aún lo hace en forma ilegal. Un pasajero que se sube a estos vehículos -muchos se hallan en mal estado- no sabe si este está asegurado contra accidentes, o si sufrirá algún percance en el viaje, como consecuencia de las cubiertas gastadas o las puertas flojas.

El sistema de autos rurales fue legalizado en junio de 2005; los mismos choferes y pasajeros, reconocen que los viajes siguen siendo tan inseguros como antes y la cantidad de ilegales no desciende. “Al principio, todos querían tener los papeles en regla. Pero después, cuando vimos que en los controles no les hacían nada a los ilegales, dejamos de preocuparnos”, le dijo uno de ellos en diciembre pasado a una periodista de nuestro diario. Los choferes afirman que el 90% de los autos son ilegales. “Hay algunos pasajeros capaces de pagarte más el viaje si está en mejores condiciones el vehículo. Aquí hay de todo: te puede tocar viajar cómodo, con aire acondicionado, o te puede tocar un auto viejísimo que te lleve a dos por hora”, indicó otro de chofer en esa oportunidad.

La Secretaría de Transporte de la provincia debería controlar que estos vehículos cumplieran con todos los requisitos exigidos por la ley, que realizaran la verificación técnica obligatoria, que tuvieran seguro. Los certificados extendidos por la autoridad deberían exhibirse en el interior del rodado, de modo que el pasajero pudiera comprobar que ha ascendido a un auto en perfectas condiciones. Se trata, por cierto, de preservar la vida de los usuarios, de los choferes y de los demás.

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