Becica: el socio en común

Becica: el socio en común

El jugador ya no está solo: el medio con buenpie que lo rodea habla sobre la importancia del 10.

 MEJOR COMPAÑERA. Becica no sólo aprovecha un equipo con buen pie, también  domina a su gusto la redonda. la gaceta / foto de inés quinteros orio MEJOR COMPAÑERA. Becica no sólo aprovecha un equipo con buen pie, también domina a su gusto la redonda. la gaceta / foto de inés quinteros orio
07 Septiembre 2014
Cuando la materia prima de San Martín cambió, él lo sintió. En realidad, Albano Becica no hizo otra cosa que mejorar, que aprovechar a los nuevos compañeros. El 10 se volvió el socio de todos en el medio, el socio en común de una mitad de cancha totalmente diferente a la de la temporada pasada. Una con mejor pie y que pregona el buen juego.

Un Matías Galvaliz, un Lucas Bossio y hasta un multifacético Matías Fernández potenciaron las apariciones de Albano, figura central para sus compañeros. “Esa potenciación es mutua, lo tenemos que contagiar a él y él a nosotros. Lo único que nos falta es acomodarnos y lograr los mejores movimientos ante Unión Aconquija. Y con eso vamos a andar bien”, dijo Galvaliz en la previa a un duelo tan clave como ideal para que el “santo” utilice su medio como arma principal para lastimar. Los jugadores aseguran que para esa tarea Becica es siempre faro de luz. “A él lo buscamos antes que a los delanteros. Pero la idea a la vez no es darle tanta responsabilidad y tanta presión, sino más bien quitársela, algo que no le sucedió en el campeonato pasado, al ser el único que jugaba. Que juegue tranquilo es lo mejor porque hay veces que se le exige demasiado y no es tan fácil tampoco”, dijo, solidario, el mismo “Mati”. El compañerismo es otro plan en la misión grupal.

Para Lucas, el 10 jamás dejará de ser el apoderado cuando de mover al equipo se trate. “En él siempre va a recaer la responsabilidad porque se trata de la figura del equipo. Es inevitable. Lo único diferente es que ‘la cosa’ ahora se repartió un poco más”, entiende Bossio, un 5 que corta pero jamás desentona. Igual que Fernández, ambos capacitados para moverse con un 10 de las características del cordobés. “La idea es que la pelota siempre pase por él, para que le dé un buen destino” confían los volantes, esperando aprovechar en Andalgalá a un enganche que le contagió los mejores síntomas al equipo en los dos primeros partidos.

Con todas las cartas sobre la mesa, una cosa sale a la luz: la becicadependencia, aquella que fue un arma de doble filo en el torneo pasado, se cambió por la idea de un equipo que no expone a su figura sino que la aprovecha y sobre todo la rodea para apuntalar el juego colectivo. El plan se repetirá hoy también en Las Estancias.

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