05 Septiembre 2014
CÓRDOBA.- La Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba ratificó ayer la resolución que autorizó que se realice una prueba de ADN para determinar si un niño que vive en Alta Gracia es hijo de María de los Ángeles “Marita” Verón, la joven tucumana secuestrada por una red de trata de personas en 2002.
Por mayoría, la Sala A de la Cámara Federal rechazó la apelación planteada por la defensora oficial Mercedes Crespi, razón por la cual confirmó la resolución dictada por el juez Federal N° 2 de Córdoba, Alejandro Sánchez Freytes, que había autorizado cotejar muestras genéticas del chico con familiares de Marita Verón. El 10 de septiembre se conocerán los fundamentos de la decisión adoptada, dado que anoche sólo se informó sobre la parte resolutiva de lo dispuesto con el voto favorable de los vocales Abel Sánchez Torres y José Vicente Muscará, mientras que Ignacio Vélez Funes se pronunció en contra.
Aunque todavía se debe esperar a que se conozcan los fundamentos de la resolución para saber si la Defensoría promoverá algún otro recurso, la decisión allana el camino para que se lleve adelante la prueba genética, informaron fuentes judiciales.
La semana pasada, Crespi había pedido que antes de avanzar con el cotejo de ADN con Susana Trimarco (madre de “Marita”) se dispusieran otras medidas, como la misma prueba respecto de la actual madre adoptiva del chico. Crespi insistía en que había que solicitar la remisión de las constancias al Registro Nacional de las Personas, así como la información que dio origen a la partida de nacimiento del menor y que se ordenara un examen médico no invasivo para determinar la edad biológica del chico, por parte de personal especializado.
De acuerdo con la defensora, en el juicio celebrado en 2012 en Tucumán una testigo dijo que vio a “Marita” Verón con un bebé en los brazos en 2003, mientras que el adolescente de Alta Gracia “habría nacido en 1999, y hoy tendría 14 años, por lo que las fechas no concuerdan”, como para suponer que es hijo de la hija de Trimaco. A diferencia de Crespi, el fiscal Gustavo Vidal Lascano considera que la realización de la prueba de ADN es fundamental, porque “lo principal es establecer la identidad del chico y determinar si es hijo biológico de ‘Marita’ Verón”.
El origen de la causa que se tramita en la Justicia Federal es la denuncia formalizada por la propia Trimarco ante Vidal Lascano que, por su parte, realizó el pedido de la pericia genética a Sánchez Freytes, quien la dispuso, aunque fue recurrida por la defensora Crespi.
Trimarco denunció que en un pueblo cercano a la frontera con La Rioja, había una señora vinculada a la causa de su hija, con seis menores a su cuidado y que uno de los cuales podría ser el hijo de “Marita”. Según la presidenta de la fundación María de los Ángeles, los chicos habrían estado sometidos a todo tipo de abusos y maltratos por parte de esa mujer, y tendrían documentación apócrifa.
La sospecha surgió por la intervención de los servicios sociales del municipio de Alta Gracia (a 36 kilómetros de la capital cordobesa) en una casa donde vivía una mujer alcohólica y adicta a las drogas con cuatro chicos, en condiciones de precariedad. El 8 de abril fueron condenados por el secuestro y desaparición de “Marita”: Fernando “Chenga” Gómez, Gonzalo Gómez Azucena Márquez y Mariana Bustos, y otras seis personas. (Télam)
Por mayoría, la Sala A de la Cámara Federal rechazó la apelación planteada por la defensora oficial Mercedes Crespi, razón por la cual confirmó la resolución dictada por el juez Federal N° 2 de Córdoba, Alejandro Sánchez Freytes, que había autorizado cotejar muestras genéticas del chico con familiares de Marita Verón. El 10 de septiembre se conocerán los fundamentos de la decisión adoptada, dado que anoche sólo se informó sobre la parte resolutiva de lo dispuesto con el voto favorable de los vocales Abel Sánchez Torres y José Vicente Muscará, mientras que Ignacio Vélez Funes se pronunció en contra.
Aunque todavía se debe esperar a que se conozcan los fundamentos de la resolución para saber si la Defensoría promoverá algún otro recurso, la decisión allana el camino para que se lleve adelante la prueba genética, informaron fuentes judiciales.
La semana pasada, Crespi había pedido que antes de avanzar con el cotejo de ADN con Susana Trimarco (madre de “Marita”) se dispusieran otras medidas, como la misma prueba respecto de la actual madre adoptiva del chico. Crespi insistía en que había que solicitar la remisión de las constancias al Registro Nacional de las Personas, así como la información que dio origen a la partida de nacimiento del menor y que se ordenara un examen médico no invasivo para determinar la edad biológica del chico, por parte de personal especializado.
De acuerdo con la defensora, en el juicio celebrado en 2012 en Tucumán una testigo dijo que vio a “Marita” Verón con un bebé en los brazos en 2003, mientras que el adolescente de Alta Gracia “habría nacido en 1999, y hoy tendría 14 años, por lo que las fechas no concuerdan”, como para suponer que es hijo de la hija de Trimaco. A diferencia de Crespi, el fiscal Gustavo Vidal Lascano considera que la realización de la prueba de ADN es fundamental, porque “lo principal es establecer la identidad del chico y determinar si es hijo biológico de ‘Marita’ Verón”.
El origen de la causa que se tramita en la Justicia Federal es la denuncia formalizada por la propia Trimarco ante Vidal Lascano que, por su parte, realizó el pedido de la pericia genética a Sánchez Freytes, quien la dispuso, aunque fue recurrida por la defensora Crespi.
Trimarco denunció que en un pueblo cercano a la frontera con La Rioja, había una señora vinculada a la causa de su hija, con seis menores a su cuidado y que uno de los cuales podría ser el hijo de “Marita”. Según la presidenta de la fundación María de los Ángeles, los chicos habrían estado sometidos a todo tipo de abusos y maltratos por parte de esa mujer, y tendrían documentación apócrifa.
La sospecha surgió por la intervención de los servicios sociales del municipio de Alta Gracia (a 36 kilómetros de la capital cordobesa) en una casa donde vivía una mujer alcohólica y adicta a las drogas con cuatro chicos, en condiciones de precariedad. El 8 de abril fueron condenados por el secuestro y desaparición de “Marita”: Fernando “Chenga” Gómez, Gonzalo Gómez Azucena Márquez y Mariana Bustos, y otras seis personas. (Télam)
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