El militar retirado Jorge D'Amico fue condenado a prisión perpetua

El militar retirado Jorge D'Amico fue condenado a prisión perpetua

Cumplirá su sentencia en Santiago del Estero. Fue acusado de la desaparición forzada del joven conscripto santiagueño Germán Cantos en 1976.

ACUSADO. El caso es un desprendimiento de la megacausa “Arsenales II-Jefatura II”. FOTO TOMADA DE NUEVODIARIOWE.COM.AR ACUSADO. El caso es un desprendimiento de la megacausa “Arsenales II-Jefatura II”. FOTO TOMADA DE NUEVODIARIOWE.COM.AR
04 Septiembre 2014
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán sentenció hoy a cadena perpetua al militar retirado Jorge D'Amico, acusado de la desaparición forzada del joven conscripto santiagueño Germán Cantos en 1976. D'Amico cumplirá su pena en el Penal Federal de Pinto, en Santiago del Estero. 

Se trata de la primera sentencia a perpetua que recae sobre D'Amico, quien ya afronta otras condenas en Santiago del Estero. El fallo fue dado a conocer pasado el mediodía por los jueces Juan Carlos Reynaga, Hugo Cataldi y Marcelo Juárez Almaraz, quienes expondrán los fundamentos de la condena la semana próxima.

Durante la mañana, el fiscal General de la Nación a cargo de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, Jorge Auat, y los fiscales Leopoldo Peralta Palma y Pablo Camuña, efectuaron réplicas respecto de los alegatos de la defensa.

El caso es un desprendimiento de la megacausa “Arsenales II-Jefatura II”, en la que se juzgó a ex militares y gendarmes porque Cantos fue visto por testigos en el centro de exterminio del Arsenal. D’Amico no pudo ser juzgado entonces -por una cuestión procesal- por la desaparición forzada. 

Tanto Peralta Palma y Camuña como los querellantes Inés Lugones, Julia Aignasse y Alvaro Orieta requirieron prisión perpetua. Los defensores Adolfo Bertini y Vanessa Lucero pidieron la absolución. 

El caso

De acuerdo con la acusación, Cantos, de 21 años, fue secuestrado dentro del Batallón 141 (Santiago del Estero) en septiembre de 1976. El estudiante de Psicología debía salir de franco, pero nunca llegó a su casa. Cuando la familia fue a buscarlo, según declararon sus hermanos, les informaron que había desertado. Habría sido trasladado al Arsenal, donde habría permanecido cautivo un año. Sobrevivientes relataron que el chico llegó golpeado y con marcas de tortura. Además, consignaron que era obligado a ayudar en tareas como servir la comida a otros prisioneros o limpiar. Cantos permanece desaparecido y se sospecha que fue ejecutado en el lugar.

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