Matías Orlando no le ve sentido a lamentarse por su lesión

Matías Orlando no le ve sentido a lamentarse por su lesión

“Tostao” mira siempre para adelante.

CONVICCIÓN. “Prefiero pensar en lo que puedo ganar y no en lo que me pierdo”. CONVICCIÓN. “Prefiero pensar en lo que puedo ganar y no en lo que me pierdo”.
03 Septiembre 2014
El primer paso hacia la solución es aceptar el problema. Por eso, ya desde antes de que su cuerpo terminara de desplomarse sobre el césped de Lawn Tennis, con la rodilla destruida por aquel desafortunado cambio de paso, Matías Orlando se preparó para el peor escenario. Para qué aferrarse a una esperanza inútil, negando una realidad de la que ya estaba seguro: la temporada se había terminado para él.

“Sentí como que explotó la rodilla, y me dejé caer. Nunca había tenido una lesión de ese tipo, pero desde el mismo momento supe que me había roto y que tendría que operarme. No había posibilidad de que no fuera algo grave”, reconstruye Matías aquel domingo que inauguró el Súper 8 y a él le clausuró su 2014.

Asimilación. Esa fue la palabra mágica que le permitió al centro de Huirapuca permanecer entero y conservar la sonrisa frente a la desgracia en lugar de derrumbarse. “Hice un cambio de cabeza rápido. Pienso: no tiene sentido pelear día a día con las cosas que hubiera hecho si no me lesionaba. Ya está, estoy lesionado y ya me operé. Esas cosas no van a pasar, así que de nada sirve lamentarse por ellas. Tengo una recuperación por delante y me parece más productivo pensar en lo que está por venir que en lo que me estoy perdiendo. Lo peor ya pasó, y todo lo que venga será para mejor”, comparte su línea de pensamiento.

El primero en empujarlo a adoptar esa postura fue su padre, Gabriel Orlando. “ Desde el momento en que salí de la cancha no se lamentó. Siempre tiró para adelante, transmitiéndome una visión positiva. Y también fue importante la experiencia de un amigo como Gabriel Ascárate (sufrió la misma lesión frente a Irlanda, en junio). Él se operó hace poco y me ayudó a ‘disfrutar’ en cierta manera esta recuperación”, dijo.

Por formar parte del sistema UAR (“Tostao” es habitualmente convocado a los seleccionados nacionales mayores), su operación estuvo a cargo de Guillermo Botto, médico de Los Pumas. “Todos se portaron de 10: la UAR, el staff y los jugadores, que me mandaron fuerzas cuando supieron. Justo cuando me pasó, ‘Guille’ (Botto) estaba en Salta con Los Pumas. Me dijo que para operarme tenía que deshincharse la rodilla, así que me pasé 10 días haciendo reposo con mucho hielo. Me conozco de memoria toda la programación de Telefé, ja ja”, bromeó Matías, cuyo programa psicológico de recuperación tiene como prioridad alcanzar alto rendimiento en otro ámbito: la facultad.

“Desde el año pasado no avancé nada, me dediqué 100 por ciento al rugby. Hace bastante que no paraba, y ahora la vida me puso un freno de golpe, je. Hace tanto que no iba que algunos deben pensar que soy un compañero nuevo”, imagina “Tostao”, que hasta con muletas se toma la vida con calma. “Y sí, no soy el primero que se rompe los ligamentos, y tampoco seré el último. Por supuesto que te duele, porque te entrenás mucho para poder jugar al mejor nivel posible, y en un segundo que pisaste mal se te fueron seis meses de trabajo. Pero bueno, las lesiones son parte del deporte, y todos estamos expuestos a esto. Yo me lo tomo con el mejor humor posible. Ahora sólo pienso en meterle pilas a la facultad y aprovechar para despejar un poco la cabeza, y así estar bien fresco para cuando me toque volver”, revela Matías, al que no lo tumba cualquier viento.

Comentarios