02 Septiembre 2014
SU MEJOR PARTIDO CON LA “ALBICELESTE”. En distintos ítems, Marcos Mata le dio soluciones al equipo nacional. télam
SEVILLA.- Filipinas había tenido contra las cuerdas en la fecha de apertura a Grecia, que le ganó en un suplementario y ayer estuvo cerca de dar el batacazo ante la Argentina, que salió victoriosa 85-81 y obtuvo la clasificación a octavos de final gracias al triunfo de los griegos sobre Puerto Rico.
Con un juego casi indescifrable para la defensa “albiceleste”, ciertamente anárquico y con poca ortodoxia basquetbolística, hizo padecer a la Argentina, que debió jugar al límite para atesorar dos puntos.
El alero Marcos Mata resultó el inesperado héroe argentino, con 17 puntos (5-7 en triples), nueve rebotes y una tapa a 12 segundos del final que prácticamente selló el triunfo “albiceleste” en el Pabellón San Pablo de Sevilla.
También fue decisivo el aporte de Nicolás Laprovíttola, en su debut mundialista, ya que esta vez Facundo Campazzo no tuvo tanta gravitación en el juego de los sudamericanos.
Con un ritmo vertiginoso y lanzamientos rápidos, con mucha efectividad, el equipo asiático se adelantó 12-2 y luego 17-7, ante una formación argentina que miraba sin entender.
Y los gritos desorbitados de los fanáticos filipinos ante cualquier acción del juego parecían desconcertar aún más a los sudamericanos, que entraban en un ida y vuelta frenético que no les redundaba en ningún beneficio.
Los triples de Jim Alapag mantuvieron vivas las chances de los filipinos, que pusieron en jaque a su rival, sin darle respiro ni un segundo. Cuando Argentina sacó una buena ventaja en el tercer cuarto, el conjunto de Vincent Reyes lo mantuvo a raya y estuvo en partido hasta el final. (DPA-especial)
Con un juego casi indescifrable para la defensa “albiceleste”, ciertamente anárquico y con poca ortodoxia basquetbolística, hizo padecer a la Argentina, que debió jugar al límite para atesorar dos puntos.
El alero Marcos Mata resultó el inesperado héroe argentino, con 17 puntos (5-7 en triples), nueve rebotes y una tapa a 12 segundos del final que prácticamente selló el triunfo “albiceleste” en el Pabellón San Pablo de Sevilla.
También fue decisivo el aporte de Nicolás Laprovíttola, en su debut mundialista, ya que esta vez Facundo Campazzo no tuvo tanta gravitación en el juego de los sudamericanos.
Con un ritmo vertiginoso y lanzamientos rápidos, con mucha efectividad, el equipo asiático se adelantó 12-2 y luego 17-7, ante una formación argentina que miraba sin entender.
Y los gritos desorbitados de los fanáticos filipinos ante cualquier acción del juego parecían desconcertar aún más a los sudamericanos, que entraban en un ida y vuelta frenético que no les redundaba en ningún beneficio.
Los triples de Jim Alapag mantuvieron vivas las chances de los filipinos, que pusieron en jaque a su rival, sin darle respiro ni un segundo. Cuando Argentina sacó una buena ventaja en el tercer cuarto, el conjunto de Vincent Reyes lo mantuvo a raya y estuvo en partido hasta el final. (DPA-especial)
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