Giro a la izquierda: Entre las cinco causas más frecuentes de accidentes

Los giros a la izquierda en avenidas sin semáforos implican un altísimo riesgo para la seguridad vial. “Se producen choques de gran impacto, generalmente laterales, en los que los conductores que transitan por la avenida embisten al que está girando. La estructura del vehículo no está preparada para este tipo de impacto, por lo que son choques de mucha penetración y lesiones graves”, describe Gustavo Grambatti, director ejecutivo del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi).

El experto advierte que en esta maniobra es habitual que el vehículo que está circulando por la avenida entre en el “ángulo ciego” del automóvil que está girando, es decir, que queda “oculto” en el parante del parabrisas. “Además, es muy difícil calcular la velocidad del que viene por la avenida”, recalca. “Si bien la ley indica que en la medida en que no exista un semáforo está permitido el giro, sigue siendo una maniobra que se ubica entre las más peligrosas”, destaca.

Ante la duda, los conductores tucumanos giran a la izquierda. Por eso, el experto Eduardo Bertotti, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial, aconseja que los municipios establezcan pautas claras. “Lo que tendría que hacer Tránsito es generar una política clara. Primero analizar el tema en cada esquina en particular y decidir si es adecuado o no admitir el giro a la izquierda. En cualquier caso, tanto si decidiera permitirlo como prohibirlo, debería estar correctamente señalizado; el conductor no tiene por qué andar interpretando nada; las normas tienen que ser claras”, puntualiza.

El giro a la izquierda entra en el ranking de los cinco causales de accidentes más frecuentes. “Es un siniestro muy habitual y, a pesar de no tenerlo cuantificado, podría decir que se encuentra entre los cinco más frecuentes”, asegura Jorge Bilotti, gerente de Aval, compañía productora y asesora de seguros.

A pesar de la creencia de que un semáforo hace desaparecer el problema, Bertotti advierte que este debe ser resuelto a partir de un minucioso análisis técnico de la avenida. “En algunos casos, el semáforo de giro reduce la fluidez de la movilidad, entonces deben buscarse alternativas, como las dársenas de giro o señalizar el circuito para que los conductores utilicen las calles internas para hacerlo”, finalizó el ejecutivo.