Barras de San Martín se pelearon con la policía y hubo varios heridos

Barras de San Martín se pelearon con la policía y hubo varios heridos

La dirigencia "Santa" y los violentos mantienen un enfrentamiento por el reparto de entradas.

LA PEOR IMAGEN. Un hincha con las heridas provocadas por las balas de goma. LA PEOR IMAGEN. Un hincha con las heridas provocadas por las balas de goma.
01 Septiembre 2014
Faltaban 10 minutos para el comienzo y la gente en las tribunas empezó a subir los escalones para ver qué era lo que pasaba en la esquina de calles Rondeau y Pellegrini. Los sonidos de disparos con balas de goma se escucharon en La Ciudadela, que tuvo tribunas colmadas. Pero la fiesta se opacó por un grupo de 50 o 60 violentos que intentaron ingresar por la fuerza.

“Sabíamos de su malestar porque no recibieron de la dirigencia las entradas que pretendían”, comentaron quienes llevaron adelante el operativo de seguridad (130 efectivos), que arrancó con normalidad a las 14. La fuerza tuvo que actuar para frenar el ingreso de los barras (incluso no hubo banderas de ninguna de las facciones en la tribuna). “Una situación llevó a la otra. La policía prohibió su ingreso y hubo golpes de puño, disparos de bala de goma. Tres policías lesionados (un subcomisario y dos suboficiales) que no revisten gravedad y gente ensangrentada”, confirmaron las fuentes y ratificaron que no hubo detenidos. Tras los incidentes previos, el partido se jugó con normalidad.

“No vamos a permitir que pretendan entrar a la fuerza porque perjudican en lo económico al club. Por supuesto, generan problemas, roces y presiones, pero desgraciadamente vamos a tener que pagar este costo político”, resaltó Oscar Mirkin, presidente “santo”. “Entregar entradas a la barra es una práctica desde hace mucho tiempo en el club y nosotros no vamos a permitirla. Fue una pena lamentar situaciones como las que vimos. Esto era una fiesta y se transformó en un hecho de violencia. Igualmente, como sucedió en el anterior clásico con Atlético, se mantiene la postura de no dejar pasar gente sin entrada, y menos entregarlas a la barra”, dijo Mirkin.

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