Por Alicia Liliana Fernández
01 Septiembre 2014
MURALES EN CONJUNTO. No hay en otras partes del mundo la flexibilidad para integrar autores y técnicas. la gaceta / fotos de alicia fernandez
La Boca, Chacarita y Colegiales son algunos de los barrios porteños que han perdido la tristeza de sus grandes paredones. Es que han sido conquistados por una explosión de color que atrae a los visitantes en tours muy didácticos, pero, sobre todo, seduce a los artistas de otras partes del mundo a venir a intervenir paredes.
El grafiti llega a la Argentina con el regreso de la democracia, cuando muchos sectores de la sociedad empiezan a expresarse en las paredes. Se instala en los 80 y explota en los 90. En esa década, la meca del arte urbano era Madrid y hoy lo es Berlín, pero, según los expertos, nada alcanza la calidad del arte urbano argentino. Por eso, vale la pena conocerlo. Y en Buenos Aires se organizan visitas guiadas para conocer las mejores obras.
En el mundo pintar en las paredes es ilegal. En Argentina, si bien también lo es, el arte urbano está tolerado a causa de los contextos históricos (propaganda política o de deporte) en que llegan el grafiti y el arte urbano (que explotó en 2001). La singularidad es que el 99% de los grafiti argentinos llevan firma del artista, número de teléfono, e-mail o FB, porque se trata de artistas que gestionaron permiso para hacer su obra.
El primer escalón del grafiti es la firma en la pared, es decir, el tag. Y a la hora de las definiciones, grafiti es un mensaje escrito en la pared para una comunidad cerrada (los grafiteros), en cambio arte urbano es el mural que lleva el arte para todos, que está destinado al transeúnte.
El grafiti evoluciona a partir de la técnica del aerosol mano alzada, donde el elemento principal es el texto. El arte urbano se abre al empleo de otras técnicas y materiales, desde aerosol, acrílico y látex hasta brea o pintura asfáltica. Otra cosa es la técnica del stencil, herencia híbrida del grabado y del grafiti. Su mensaje se multiplica en el espacio público y se dirige al ciudadano; por lo tanto, es un mensaje político.
El colectivo graffitimundo reúne a Bs.as.stncl, Cabaio, Chu, Corona, Dano, Defi, DOMA, Ever, Georgina Ciotti, Gualicho, Jaz, La Wife, Larva, Malatesta, Mart, NasaNerf, P3DRO, Parbo, Parquerama, Pastel, Pelos de Plumas, Poeta, Pum Pum, Roma, rundontwalk, SAM, SonniStencil, LandTec, Tester, Triángulo, Dorado, Vomito Attack y Zumi . Ellos son los mejores artistas callejeros de Buenos Aires, que se permiten hasta salir de las paredes a las galerías y vender sus obras en formato pequeño.
El grafiti llega a la Argentina con el regreso de la democracia, cuando muchos sectores de la sociedad empiezan a expresarse en las paredes. Se instala en los 80 y explota en los 90. En esa década, la meca del arte urbano era Madrid y hoy lo es Berlín, pero, según los expertos, nada alcanza la calidad del arte urbano argentino. Por eso, vale la pena conocerlo. Y en Buenos Aires se organizan visitas guiadas para conocer las mejores obras.
En el mundo pintar en las paredes es ilegal. En Argentina, si bien también lo es, el arte urbano está tolerado a causa de los contextos históricos (propaganda política o de deporte) en que llegan el grafiti y el arte urbano (que explotó en 2001). La singularidad es que el 99% de los grafiti argentinos llevan firma del artista, número de teléfono, e-mail o FB, porque se trata de artistas que gestionaron permiso para hacer su obra.
El primer escalón del grafiti es la firma en la pared, es decir, el tag. Y a la hora de las definiciones, grafiti es un mensaje escrito en la pared para una comunidad cerrada (los grafiteros), en cambio arte urbano es el mural que lleva el arte para todos, que está destinado al transeúnte.
El grafiti evoluciona a partir de la técnica del aerosol mano alzada, donde el elemento principal es el texto. El arte urbano se abre al empleo de otras técnicas y materiales, desde aerosol, acrílico y látex hasta brea o pintura asfáltica. Otra cosa es la técnica del stencil, herencia híbrida del grabado y del grafiti. Su mensaje se multiplica en el espacio público y se dirige al ciudadano; por lo tanto, es un mensaje político.
El colectivo graffitimundo reúne a Bs.as.stncl, Cabaio, Chu, Corona, Dano, Defi, DOMA, Ever, Georgina Ciotti, Gualicho, Jaz, La Wife, Larva, Malatesta, Mart, NasaNerf, P3DRO, Parbo, Parquerama, Pastel, Pelos de Plumas, Poeta, Pum Pum, Roma, rundontwalk, SAM, SonniStencil, LandTec, Tester, Triángulo, Dorado, Vomito Attack y Zumi . Ellos son los mejores artistas callejeros de Buenos Aires, que se permiten hasta salir de las paredes a las galerías y vender sus obras en formato pequeño.
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