Extremo respeto

Extremo respeto

Siendo líder absoluto, los rivales no le juegan de igual a igual a Atlético.

ESTÁ PREPARADO. Grahl, que lleva el balón ante el asedio de Leandro Velázquez, de Independiente Rivadavia, confía en que Atlético no perderá su eje en el torneo. ESTÁ PREPARADO. Grahl, que lleva el balón ante el asedio de Leandro Velázquez, de Independiente Rivadavia, confía en que Atlético no perderá su eje en el torneo.
El del viernes fue quizás el primer partido en el que Atlético se sintió líder. En Mendoza fue tratado como tal. Por momentos obligó al local Independiente Rivadavia a jugar de contra y, si bien no lo pasó por encima, se percibía un respeto inusual en el ambiente hacia su escudo en la batalla.

El haber ganado las tres primeras fechas, sin dudas, tuvo que ver. Tampoco es casualidad que luego de ese trato haya empatado por primera vez en el torneo. El palo por palo en tierras cuyanas duró muy poco, quizás unos suspiros.

¿Será, entonces, que Atlético deberá acostumbrarse a desanudar pliegues defensivos extras de los rivales de turno? Con seguridad, sí, mientras siga manteniendo la posición de rey de la zona B.

“Al partido llegamos con condimentos importantes como el hecho de ser punteros, por eso el punto sirve”, admitió Héctor Rivoira. Quizás también haya sido la primera vez que el entrenador asume la posición y la verbaliza claramente.

“Ahora nos van a jugar a morir porque estamos en la punta. En cada partido nos van a querer bajar”, agregó el técnico dando por sentado que tras ese arranque ideal de tres victorias al hilo, el “decano” ya no es el mismo equipo para el resto.

Descifrar acertijos

Las consecuencias son positivas y negativas: el puntero llama la atención de todos. Es una caricia al ego, sí, pero ello no debe ocultar el resto de los efectos: todos querrán ganarle y los partidos se complicarán, tanto dentro como fuera del estadio Monumental.

“Sabemos que después de esos partidos se generaron esas ganas en los rivales de bajar al puntero. Juegan más fuerte y se meten un poquito atrás”, explicó Cristian Menéndez siguiendo la línea analítica de Rivoira.

El delantero no lo dice, aunque parece que esto se trata de absoluto respeto hacia un Atlético que lo recibió de más en Mendoza pero no pudo aprovechar el trato cordial del anfitrión para liquidarlo y volver a Tucumán con los tres puntos en sus alforjas. Quedó tarea para el hogar.

“Ganás tres partidos y de a poco te vas ganando el respeto del resto”, opinó a su turno Francisco Grahl, mirando lo que se viene.

Temperley, el escolta sorpresivo de la zona y futuro enemigo “decano”, el martes a las 21.30, en 25 de Mayo y Chile, visitará, posiblemente, el “José Fierro” con la intención de no liberar espacios. Y ahí si que el “decano” no podrá fallar, como lo hizo contra la “lepra”. “De local nos van a respetar más y tenemos que ganar”, enfatizó Grahl.

A fin de cuentas, como todo, nada es para siempre. Si Atlético quiere ser tratado como puntero, está obligado a hacer valer su posición dentro de la cancha.

“Tenemos que seguir ganando partidos para que nos respeten como lo hizo Independiente”, advirtió Javier Malagueño, que apunta a lo mismo: derrotar el martes a Temperley. “Estamos dando buenos indicios partido a partido. A pesar de estar punteros, no nos relajamos”, admitió el defensor.

El objetivo, de ahora en adelante, será seguir triunfando para continuar siendo puntero y recibiendo el respeto que se merece.

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