Jiménez les hizo un “manual” a los policías para que no frustren las investigaciones penales

¿Qué debe hacer -y no hacer- un policía ante la comisión de un delito en la vía pública? ¿Cómo se protege el escenario de un homicidio? ¿Qué preguntas se realizan a una víctima de un caso de abuso sexual? Hasta la semana pasada, la Justicia penal y la Policía no tenían respuestas uniformes para estas circunstancias que afrontan día a día. Ahora, cuentan con un instructivo de unas 15 páginas que establece directivas básicas para la intervención de los agentes.

El Ministerio Fiscal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, a cargo de Edmundo Jiménez, firmó el lunes pasado una resolución para instaurar un protocolo de actuación policial.

El texto, además de las indicaciones de rigor, les “marca” el terreno a los integrantes de la fuerza: comienza aclarando que están subordinados a los magistrados, y finaliza enumerando qué delitos tipificados en el Código Penal (robo, abuso sexual, falso testimonio) prevén agravantes en sus penas, si son protagonizados por miembros de la fuerza pública.

El instructivo, que salió publicado el viernes en el Boletín Oficial, fue elaborado tras una serie de reuniones que mantuvo Jiménez con los fiscales de Instrucción de los Centros Judiciales de la Capital, Concepción y Monteros.

El ex funcionario alperovichista, que reemplazó este mes a Luis de Mitri (se jubiló con el 82% móvil) fundamentó la resolución N° 29/2014 en “la necesidad de una administración de justicia eficaz, eficiente y uniforme”. “Son diversas las dificultades operativas que enfrentan diariamente los fiscales en la investigación de los hechos bajo su competencia, vinculadas con la participación, intervención, actividad y desempeño de la Policía provincial y sus departamentos técnicos especiales”, consignó Jiménez en el texto. Según explicó, una de las causales de esta situación es que los agentes proceden “de diferentes modos” frente a un “mismo caso ante la autoridad judicial”. “De la reunión (con los fiscales) se consensuó un protocolo de actuación policial que contiene lineamientos básicos en materia de investigación, constituyéndose en una herramienta importante que proporcionará, antes de que ocurran o se denuncien los hechos, reglas e instrucciones claras, uniformes, para todos los procedimientos bajo la dirección del fiscal de Instrucción”, escribió Jiménez. Y aclaró que este instructivo está en línea con lo que quiere de su gestión. “Coincide con el direccionamiento que pretendo imprimir al Ministerio Público Fiscal, en orden a un mejor funcionamiento del sistema de enjuiciamiento”, señaló en la resolución el ex ministro de Gobierno y Justicia.

El Jefe es el responsable

Jiménez indicó en el texto oficial que el jefe de Policía es el responsable de que el personal de la fuerza respete las directivas. “Ante el eventual incumplimiento del instructivo, los fiscales de Instrucción en lo Penal deberán iniciar los correspondientes sumarios penales”, advierte la resolución.

El protocolo inicia con las pautas generales que deben cumplir los policías, en las que se indica expresamente que, en lo referido a la pesquisa, “el personal deberá cumplir estrictamente las órdenes impartidas por la Fiscalía interviniente, ya sea escrita o telefónicamente”. También se remarca la obligación de notificar “en forma inmediata” a los magistrados.

Luego, el texto relata indicaciones para casos que pueden suscitarse en la vía pública. Se señala, en detalle, cómo debe preservarse “el lugar del hecho”, y cuáles son “las reglas para el ingreso” a esos sitios preservados, la recolección de la evidencia, las precauciones respecto a las víctimas, los presuntos sospechosos y eventuales testigos, y la manera en que se debe redactar un acta policial de inspección ocular.

Otro aspecto relevante es el tipo de procedimiento establecido para casos de abuso sexual. Si la víctima es menor de edad, además de notificar a la Fiscalía de Turno, se debe ubicar a su padre, madre o tutor responsable; luego, al tomarle declaración, se “deberá dejar que (la víctima) se exprese libremente, registrando sus dichos de manera textual, pero sin efectuar interrogatorios”. En caso de que el menor no esté a cargo de un adulto, sólo se pueden hacer las preguntas necesarias para el curso de la pesquisa, como determinar el tiempo transcurrido o el lugar donde se produjo el hecho. Entre otras pautas referidas a estas causas, se les señala a los policías que deben recolectar las evidencias en bolsas de papel, y no de plástico (así se evita la humedad y la contaminación de la prueba).

Jiménez dijo en la resolución oficial que con estas medidas espera “alcanzar los objetivos perseguidos” en cuanto al servicio de Justicia y la actuación policial. Resta ver si se lo consigue.

Tips para uniformados

1- El protocolo, en su inicio, expresa directivas básicas: “subordinación al fiscal”; obligación de “comunicación inmediata del hecho” a la Fiscalía; la preservación del lugar del hecho; y el “desalojo de curiosos”, entre otras claves para los policías.

2- Según el “manual”, el primer policía en llegar a un lugar del hecho es el responsable de cuidarlo. Primero debe pasar el área de Criminalística para tomar fotos; luego los demás peritos. Tras la inspección y el acta se recolecta la evidencia.

3- Un apartado indica cómo proceder en una aprehensión de menores o mayores. Además, se aclara que el detenido no debe ser exhibido ante la víctima o testigos, ya que esto pone en riesgo la validez de la rueda de reconocimiento judicial.

4- El instructivo advierte que primero se debe llamar al testigo y luego proceder a la requisa (no al revés). Se debe fundamentar el motivo de la revisión, que debe ser efectuada por un agente del mismo sexo que la persona requisada.

5- El manual les indica a los policías que se considera un arresto en flagrancia “cuando el autor del hecho es sorprendido al momento de la comisión o inmediatamente después”. Este tipo de causa tiene un proceso especial en Tribunales.