Según la defensa, no hay pruebas firmes

Según la defensa, no hay pruebas firmes

Planteó la nulidad de las acusaciones fiscales

30 Agosto 2014
Reiteraron los cuestionamientos que habían efectuado durante todo el debate y consideraron que las pruebas no son suficientes para condenar al imputado Jorge D’ Amico. Los defensores oficiales Adolfo Bertini y Vanessa Lucero expusieron sus alegatos durante la última audiencia del caso “Cantos”, que busca determinar si el acusado fue responsable del secuestro, en 1976, del conscripto Germán Cantos, que estaba bajo su mando en el Batallón 141 (Santiago del Estero). Requirieron que, por el beneficio de la duda, el militar retirado sea absuelto.

Bertini planteó la nulidad de las acusaciones tanto de la Fiscalía como de la querella. “Se violó gravemente el derecho de defensa. Agregaron el delito de homicidio y el de genocidio. Desoyen (los acusadores) el orden procesal que el Tribunal ciñó a la etapa de instrucción”, lamentó. El abogado ironizó respecto de los alegatos de la Fiscalía y de la querella: “sentí que estuve en otro debate. O que ellos lo estuvieron”.

Añadió que no puede tomarse como probado lo manifestado en la megacausa “Arsenales II-Jefatura II” dado que el fallo no está firme. Sucede que Cantos estuvo entre las víctimas del Arsenal. D’Amico, por cuestiones procesales, no pudo ser juzgado entonces por lo sucedido en Santiago con la víctima, que luego habría sido trasladada a Tucumán.

Bertini remarcó que los querellantes repitieron “mensajes falsos” y que los sostuvieron, como cuando acusaron al imputado de ser un oficial de inteligencia.

Lucero, en tanto, añadió que el “cambio” en las acusaciones complejizaron la defensa. “No pudieron ni siquiera demostrar que Cantos fue secuestrado dentro del batallón”, añadió. Se refirió, en particular, a la testigo que afirmó que Cantos le dijo en el Arsenal que D’Amico lo había secuestrado. “Mintió muchísimas veces. Cuando declaró en Arsenal no dijo lo mismo. Entonces había manifestado que había un santiagueño que lo habían secuestrado en la puerta de la facultad de Filosofía y Letras”, comparó. Requirieron, por último, la inconstitucionalidad de la prisión perpetua.

Sobre D’Amico pesan dos condenas por delitos de lesa humanidad. Por ello, está recluido en el penal santiagueño de Colonia Pinto.

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