La quema de caña indignó a los vecinos

Primero sintieron enojo. Y después, miedo. Los vecinos del barrio Batalla de Tucumán, en la ciudad de Yerba Buena, no pasaron una buena tarde. El jueves último, desde las 18 y hasta las 21, estuvieron en vilo por un incendio desatado en unos campo cercano al vecindario, en el que, días antes, había culminado la cosecha de caña de azúcar.

“Esto es la misma historia de todos los años: primero, debemos soportar el paso de máquinas que transitan toda la noche. Y después viene la quema. Nuestra indignación ha llegado al límite”, graficó Marco Font, uno de los residentes. “Tengo una hija hiperreactiva. Tras el humo, tenemos que partir al hospital a hacerle rescate”, añadió.

En algunas de las fotos proporcionadas por Font y por otros vecinos, incluso, se observa la proximidad de las llamas a las viviendas.

El escuadrón de los Bomberos Voluntarios de Yerba Buena trabajó durante unas tres horas en esos predios, contiguos al Aero Club Tucumán, en Horco Molle. “Aparentemente, el incendio fue generado de modo intencional, porque estaba encendido en distintos puntos. Para peor, teníamos viento en contra, lo que avivaba las llamas; en un momento, se tornó en un incendio de grandes proporciones”, relató Hernán Rodríguez Salazar, el jefe de la dotación.

La semana pasada, su división tuvo que sofocar seis focos de incendio en distintos puntos de Yerba Buena. En general, los siniestros suceden a la vera de la avenida Perón y del Camino de Sirga.

Consultado al respecto, Ramiro Ponssa, a cargo de la Dirección de Ecología y Medio Ambiente de la Municipalidad, recuerda que la quema de cañaverales es una práctica prohibida, y dice que en este distrito la zona más problemática es, justamente, la de Horco Molle. “Hemos puesto gente de los planes Argentina Trabaja a que recorra los lugares donde suelen encender pasto para que concientice a los pobladores”, concluye.