Inflación y bajos precios agobian a los industriales y a los cañeros

Inflación y bajos precios agobian a los industriales y a los cañeros

31 Agosto 2014
La agroindustria azucarera resintió la caída estacional del precio del producto. Tras experimentar una recuperación que había revivido a los industriales y cañeros en el inicio de la zafra, al registrarse operaciones en torno de los $ 280, la bolsa de 50 kilogramos se derrumbó hasta los $ 210, en negocios de contado, y entre $ 230 y $ 240 a plazos de hasta 60 días y de acuerdo a la calidad del producto. En el medio de la campaña, se vendió a $ 260 y $ 270, según afirmaron los referentes de la actividad.

Si bien se trató de una tendencia que se presenta en cada año de campaña por un aumento de la oferta, el descenso del valor del azúcar tuvo un impacto mayor comparado con el año pasado al considerar el escenario actual de altos costos de producción. En agosto de 2013, el precio se ubicó entre $ 130 y $ 140, una diferencia de $ 80 de base. “El precio, en término real, es un poco más alto con relación al mismo período del año pasado. Pero la caída es preocupante hoy porque hay una baja en medio de una inflación alta”, dijo a LA GACETA el analista Arquímedes Carrizo. Es más, se encuentra por debajo de las últimas compras al agricultor de $ 260 realizadas por el Fondo Bicentenario 2016, el fideicomiso de $ 40 millones que destinó la Nación para recuperar a la actividad.

En el mercado azucarero nacional han asentido una y otra vez que el precio “está muy atrasado” respecto de los costos internos. Carrizo, en esa línea, planteó que la cotización internacional, por lo menos, debería rondar los U$S 600 por la tonelada. Eso llevaría a una bolsa por encima de $ 300. “El precio en el mercado de San Pablo, Brasil, ronda los U$S 400”, comentó el operador.

Financiamiento

La caída del valor del azúcar fue habitual para esta etapa de la temporada en el mercado interno debido al incremento de la oferta en medio de la campaña. Y una causa significativa es la venta por parte de los cañeros, quienes buscan solventar sus obligaciones de producción ante la falta de capital.

Los operadores con mayor respaldo, como industriales y productores de mayor escala, se manejaron en el ámbito comercial, en general, con plazos. Esa condición les permitió mantener un valor de referencia; mientras que los cañeros más chicos se vieron en la obligación de “salir a vender” de contado a menor coste, ante la falta de fondos para cubrir flete y cosecha, entre otros costos.

“(La venta de contado) es por desconfianza y por necesidades en la programación de trabajo de campo. Mientras más chico eres, más atrás de la cadena te ubica, y hay más intermediarios. Una industria no opera con un stock chico y acudes a operadores para la comercialización a menor nivel”, enfatizo Otto Gramajo, presidente del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu). El dirigente rural apuntó así a la falta de financiamiento.

Un alto ejecutivo de una compañía azucarera, quien pidió que su nombre se mantenga en reserva, coincidió en que, básicamente, la depreciación del precio del azúcar se debe a la dificultad de acceder al crédito para cubrir las obligaciones de producción (cosecha y flete). “La dificultad es que el financiamiento es caro y el warrant -contrato financiero de compraventa- es bastante limitado”, señaló. En Tucumán, se requiere $ 800 millones anuales en la prezafra para evitar malvender el producto.

La devaluación de enero impulsado por el Gobierno nacional terminó siendo un alivio circunstancial., según definieron en el sector privado. “La situación es mucho más grave este año si se toma de referencia el valor que teníamos en 2011. Estamos igual en precio, pero la inflación, desde ese momento hasta hoy, alcanzó un 100% aproximado”, enfatizó el titular del Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART), Julio Colombres. “El mercado se comió esa devaluación. Estamos igual que el resto. Los insumos subieron por encima de la depreciación del peso”, añadió.

El empresario calculó que, en base en el cálculo entre un precio por arriba de $ 300 y el valor actual, la provincia podría recibir $ 1.600 millones más e ingresarían a la Nación en concepto de recaudación fiscal, unos $ 800 millones.

Desde ahora, los diferentes actores de la agroindustria esperan un repunte del azúcar en la último ciclo de la zafra azucarera, siempre y cuando se cumpla con las exportaciones y la producción de alcohol, para evitar una sobreoferta en la plaza nacional.

El Fondo Bicentenario 2016, creado en la provincia para la ayuda a los pequeños productores cañeros, concretó la compra de un poco más de 12.000 bolsas de azúcar de 50 kilogramos. La institución, desde que comenzó a funcionar el fideicomiso azucarero, cerró contratos con 150 agricultores del sector y cinco cooperativas. Así se informó desde la Caja Popular de Ahorros (CPA), entidad designada como agente administrador de los fondos estatales destinados a la producción (compra hasta 150 bolsas por cañero).

El precio de operación alcanzó hasta ahora los $ 260 por bolsa, superior a los $ 210 de contado que se manejan en el mercado interno. El plan oficial había nacido a fines del año anterior con el fin de establecer un valor de referencia en la plaza local y contrarrestar el estado de crisis que vivían los productores de hasta 50 hectáreas, ante la falta de financiamiento de los pequeños productores. En Tucumán hay más de 5.000 pequeños productores. La Nación anunció en julio de 2013 el destino de unos $ 60 millones para paliar la mala situación de la agroindustria. El fideicomiso administró hasta hoy $ 40 millones.

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