Por Carlos Páez de la Torre H
29 Agosto 2014
ÁNGEL CRUZ PADILLA. Concluyó los estudios teóricos en Córdoba y se lo eximió de la práctica, en Tucumán. la gaceta / archivo
Al promediar el siglo XIX, la carrera de abogado tenía dos etapas, en la Universidad de Córdoba. Se completaban los estudios teóricos, y luego se pasaba a la práctica. Esta consistía en trabajar en un estudio jurídico, con el examen posterior denominado “previa”. La última prueba, final y pública, era la “ignaciana”, donde se disertaba sobre un tema determinado y se recibía el grado de doctor.
Sucedía a veces que la necesidad hacía obviar los requisitos prácticos. Fue el caso del tucumano Ángel Cruz Padilla. Este terminó en Córdoba los estudios de Derecho y, vuelto a Tucumán, fue designado sucesivamente Defensor de Pobres, Síndico Procurador y finalmente Fiscal de la Provincia. El 9 de mayo de 1859, el gobernador Marcos Paz expidió un decreto donde inventariaba los títulos de Padilla y consideraba que “la falta de abogados expeditos no permite que las causas sigan su curso regular”.
Por todo esto, resolvía acordar “al mencionado doctor Ángel C. Padilla la competente habilitación, para que en su mérito pueda defender en el foro de esta provincia, así las causas civiles como las criminales, teniéndosele en su virtud incorporado al gremio de abogados”.
Finalizaba el decreto ordenando que “todos los Tribunales y autoridades de la Provincia, lo tengan y reconozcan por tal abogado, prestándole el acatamiento y apoyo que corresponda al precitado doctor D. Ángel Cruz Padilla”.
El doctor Padilla, abrió su estudio en la antigua vivienda que es hoy el Museo “Casa Padilla”. Allí ejerció destacadamente la profesión, junto con la función pública. Como se sabe, fue el creador del Hospital Mixto “Nuestra Señora de las Mercedes”, hoy llamado, con toda justicia, Hospital “Ángel C. Padilla”.
Sucedía a veces que la necesidad hacía obviar los requisitos prácticos. Fue el caso del tucumano Ángel Cruz Padilla. Este terminó en Córdoba los estudios de Derecho y, vuelto a Tucumán, fue designado sucesivamente Defensor de Pobres, Síndico Procurador y finalmente Fiscal de la Provincia. El 9 de mayo de 1859, el gobernador Marcos Paz expidió un decreto donde inventariaba los títulos de Padilla y consideraba que “la falta de abogados expeditos no permite que las causas sigan su curso regular”.
Por todo esto, resolvía acordar “al mencionado doctor Ángel C. Padilla la competente habilitación, para que en su mérito pueda defender en el foro de esta provincia, así las causas civiles como las criminales, teniéndosele en su virtud incorporado al gremio de abogados”.
Finalizaba el decreto ordenando que “todos los Tribunales y autoridades de la Provincia, lo tengan y reconozcan por tal abogado, prestándole el acatamiento y apoyo que corresponda al precitado doctor D. Ángel Cruz Padilla”.
El doctor Padilla, abrió su estudio en la antigua vivienda que es hoy el Museo “Casa Padilla”. Allí ejerció destacadamente la profesión, junto con la función pública. Como se sabe, fue el creador del Hospital Mixto “Nuestra Señora de las Mercedes”, hoy llamado, con toda justicia, Hospital “Ángel C. Padilla”.
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