Se declaró inocente el presunto autor del tiro que dejó parapléjico a un joven en una fiesta

Se declaró inocente el presunto autor del tiro que dejó parapléjico a un joven en una fiesta

Tomás Caride tenía 16 años cuando fue víctima de un disparo que le lesionó la médula, en la zona oeste de San Miguel de Tucumán El hecho ocurrió en enero de 2012 en una casa ubicada Santa Fe al 3.800 en donde dos grupos de jóvenes se enfrentaron

LA VÍCTIMA. Tomás Caride dio ante los jueces su versión acerca de los hechos que derivaron en su parálisis. la gaceta / fotos de antonio ferroni LA VÍCTIMA. Tomás Caride dio ante los jueces su versión acerca de los hechos que derivaron en su parálisis. la gaceta / fotos de antonio ferroni
28 Agosto 2014
“En ningún momento hice ningún disparo”, aseguró ayer Rubén Marcelo Camisay frente al tribunal que lo juzga por ser el presunto autor del disparo que dejó parapléjico a Tomás Caride cuando tenía 16 años. El acusado es el dueño de la casa donde ocurrió el hecho, la madrugada del 21 de enero de 2012, mientras se desarrollaba una fiesta.

Según consta en la requisitoria de elevación a juicio, que lleva la firma de la fiscala Adriana Giannoni, el hecho ocurrió entre las 4 y las 5, en Santa Fe 3.809. Allí el hijo del dueño de casa había organizado una fiesta junto a sus compañeros del colegio Lorenzo Massa. Pero un grupo de jóvenes que circulaban en motos y pretendían entrar por la fuerza a la fiesta comenzaron a lanzar botellazos contra la vivienda.

En ese momento salió Camisay con un arma de fuego -agregó Giannoni- y realizó varios disparos tanto al aire como hacia la multitud. Uno de los balazos hirió a Tomás, quien acababa de salir de la fiesta para correr su moto. El adolescente fue llevado al hospital Padilla con un balazo en el omóplato, pero como el proyectil quedó alojado en la médula de la víctima le provocó una parálisis que lo dejó con una discapacidad del 90%.

Camisay, que está imputado por el delito de lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego, declaró ante los jueces de la Sala I (Pedro Roldán Vázquez, Alfonso Zóttili y María Elisa Molina) y negó las acusaciones que pesan en su contra.

El acusado relató que la fiesta se desarrollaba con total normalidad hasta que llegó un grupo de jóvenes que no estaban invitados y comenzaron los disturbios. “Era un alboroto tremendo. Un chico tenía un corte en el brazo que le sangraba muchísimo. Trataba de comunicarme con la Policía y no atendían”, aseveró Camisay.

De acuerdo con su versión, él estaba desesperado por no poder frenar la ola de violencia y por eso sacó una escopeta para amedrentar a los jóvenes que intentaban entrar. “Les grité que se vayan, pero nunca disparé. Después entré, dejé la escopeta contra la pared y llamé a la comisaría 7ª”, afirmó Camisay.

El imputado dijo que, cuando llegaron los policías, salió a recibirlos a la vereda. “En ese momento apareció un chico con una moto y me preguntó si la podía guardar acá porque era del chico que se había caído en la esquina. Yo no sabía nada de lo que le había pasado ni quién era el chico”, declaró. En ese sentido, señaló que Tomás no era uno de los invitados a la fiesta.

Camisay tenía en su propiedad un revólver y una escopeta, de acuerdo con los registros del Renar (Registro Nacional de Armas), pero la Policía sólo encontró la escopeta cuando allanó su casa al día siguiente. Luego aseguraría que le habían robado el revólver en 2005, pero que nunca hizo la denuncia. Los peritos le realizaron el dermotest recién 34 horas después porque Camisay se había resistido. Por lo tanto, Giannoni consideró que el resultado negativo de esa pericia no probaba su inocencia.

Cuando la víctima habló ante los jueces aclaró que él estuvo apenas cinco minutos dentro de la casa de Camisay y que salió a la vereda porque la fiesta ya estaba terminando. Su salida coincidió con la llegada del grupo, de unos 10 jóvenes, que intentó entrar a la fuerza a la casa del imputado.

Al comenzar la pelea entre los adolescentes que estaban dentro de la vivienda y los que intentaban entrar Tomás -según declaró- se corrió hasta la esquina para evitar el enfrentamiento. Incluso ya había subido a su moto para irse del lugar cuando recibió el balazo que lo iba a dejar postrado de por vida. El juicio continúa hoy.

Comentarios