Por Marcelo Androetto
28 Agosto 2014
VOLVIÓ A FESTEJAR. “Teo” Gutiérrez marcó el tercer tanto del “millonario” y es el goleador del certamen con cinco conquistas. DYN
A pesar de que el termómetro caiga por debajo de los 10 grados los hinchas del “millo” prolongaron la fiesta de bienvenida a la primavera al florecer de un equipo que insiste en hacerle honor a las 3G: gustar, ganar, golear.
Con un Carlos Sánchez superlativo, las pinceladas de un “Teo” Gutiérrez exquisito e implacable en la red, River aprobó en el Monumental - lleva 10 victorias consecutivas y 14 partidos invicto- otro examen, tras la cátedra dada ante Central y Godoy Cruz. Pero el 3-0 sobre Defensa y Justicia fue sobre todo el triunfo de una idea puesta en acción. Impulsados por el credo del “Muñeco” Gallardo, los jugadores de la “banda” volvieron a desempolvar las instrucciones de un manual que hacía más de una década no se ponía en práctica en Núñez: movilidad, precisión, velocidad, rotación y presión.
Esta vez le llevó más tiempo que en Mendoza plasmar las intenciones en goles. El inteligente esquema planteado por Darío Franco le dio resultado a Defensa -bien cerrado atrás, con el arco contrario en la mira-, y a River un par de sustos. Hasta que su irrefrenable vocación de ataque pudo más: con los dos goles de Sánchez. En el complemento, bajó un cambio, hasta que “Teo” cerró el marcador. Con su equipo como líder provisorio hasta que juegue Vélez y con su archirrival Boca barranca abajo, los hinchas se quedaron festejando largo y tendido, soñando con el bicampeonato, desafiando el frío.
Con un Carlos Sánchez superlativo, las pinceladas de un “Teo” Gutiérrez exquisito e implacable en la red, River aprobó en el Monumental - lleva 10 victorias consecutivas y 14 partidos invicto- otro examen, tras la cátedra dada ante Central y Godoy Cruz. Pero el 3-0 sobre Defensa y Justicia fue sobre todo el triunfo de una idea puesta en acción. Impulsados por el credo del “Muñeco” Gallardo, los jugadores de la “banda” volvieron a desempolvar las instrucciones de un manual que hacía más de una década no se ponía en práctica en Núñez: movilidad, precisión, velocidad, rotación y presión.
Esta vez le llevó más tiempo que en Mendoza plasmar las intenciones en goles. El inteligente esquema planteado por Darío Franco le dio resultado a Defensa -bien cerrado atrás, con el arco contrario en la mira-, y a River un par de sustos. Hasta que su irrefrenable vocación de ataque pudo más: con los dos goles de Sánchez. En el complemento, bajó un cambio, hasta que “Teo” cerró el marcador. Con su equipo como líder provisorio hasta que juegue Vélez y con su archirrival Boca barranca abajo, los hinchas se quedaron festejando largo y tendido, soñando con el bicampeonato, desafiando el frío.
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