Para Atlético, "relajarse" no está en su diccionario

Dicen que en la charla del entretiempo del partido de Atlético ante All Boys fue la menos trabajosa para Héctor Rivoira desde que llegó a Atlético en 2008. “Lo primero que hice fue felicitarlos”, confesó el entrenador. Luego de reconocer el nivel de sus dirigidos, intentó que no sucediera lo inevitable después de alcanzar el techo futbolístico de la temporada: un bajón.

Atlético se estancaría en ese segundo tiempo pero la diferencia estaba hecha. El problema será cuando el bajón se extienda por más tiempo. Con el plantel cumpliendo todo al pie de la letra, todas las energías del cuerpo técnico, están puestas en eso. La única indicación es: “no se relajen. Sigan”.

Ese fue el título de la charla que mantuvo el técnico con los jugadores el lunes tras el partido y ayer. El tono utilizado fue el mismo con el que quizás se usa después de una goleada en contra. La concentración para atender necesita ser igual. “Hablamos nosotros y ellos. Saben que tienen que seguir saliendo a jugar como una final”.

Los halagos, tal como los entregó en el vestuario, no parecen ser una contraindicación para la estrategia del “Chulo”, en pos de conseguir la cuarta victoria al hilo. “Los veo muy bien en lo anímico y futbolístico, en todas las líneas. Más no puedo pedir”, dijo el entrenador tras el ensayo de ayer.

Preparar mentalmente al equipo para una eventual derrota suena feo pero también es útil. “Trato de ser motivador siempre y sólo pienso en la victoria pero hay que estar preparados para todo. Ojalá ganemos todos los partidos, pero...”.