Por Eduardo Herrera
25 Agosto 2014
REENCUENTRO CON EL GOL. Rodrigo Mora anotó el segundo tanto “millonario” y fue el socio perfecto de Teo en el ataque. TÉLAM
En apenas 150 segundos, River tenía todo resuelto. Fue un arranque demoledor el suyo, primero como producto de una tremenda maniobra ofensiva (doble pared sobre el costado izquierdo), centro atrás de Vangioni y el zurdazo letal de Carlos Sánchez para sacudir la red de Godoy Cruz. El “tomba” quedó aturdido y los de Gallardo no lo perdonaron: un pelotazo frontal y cortesía de Moyano mediante (monumental pifia del arquero), ante del minuto 3 ya ganaba 2-0 para gestar una victoria que se transformó en goleada.
Fue 4 a 0, respaldado por una actuación más que prometedora. Si bien el anfitrión quedó shockeado con esos madrugadores dos goles que recibió al comienzo, River se encargó de demolerlo imponiendo una presión agobiante en todos los sectores y saliendo con mucha rapidez y precisión para colocarse en posiciones de ataque. Utilizó el medio como zona de tránsito (otra vez Kranevitter-Rojas-Sánchez compusieron un gran trabajo), y con Pisculiche como nexo encontró la fórmula para verticalizar su juego ofensivo, generalmente agresivo y profundo. Mora (poco gravitante contra Central) se integró mucho más a ese circuito para acoplarse a las inquietantes apariciones de Teo Gutiérrez, que logró el doblete en otra perfecta conexión previa con el juvenil Tomás Martínez. Fue de lo mejor que mostró River en mucho tiempo. Le sirvió para golear, gustar y quedar más cerca del puntero Vélez.
Fue 4 a 0, respaldado por una actuación más que prometedora. Si bien el anfitrión quedó shockeado con esos madrugadores dos goles que recibió al comienzo, River se encargó de demolerlo imponiendo una presión agobiante en todos los sectores y saliendo con mucha rapidez y precisión para colocarse en posiciones de ataque. Utilizó el medio como zona de tránsito (otra vez Kranevitter-Rojas-Sánchez compusieron un gran trabajo), y con Pisculiche como nexo encontró la fórmula para verticalizar su juego ofensivo, generalmente agresivo y profundo. Mora (poco gravitante contra Central) se integró mucho más a ese circuito para acoplarse a las inquietantes apariciones de Teo Gutiérrez, que logró el doblete en otra perfecta conexión previa con el juvenil Tomás Martínez. Fue de lo mejor que mostró River en mucho tiempo. Le sirvió para golear, gustar y quedar más cerca del puntero Vélez.
Lo más popular
