Un feliz domingo para Atlético

Un feliz domingo para Atlético

Los "decanos" sacudieron de la modorra a All Boys con un primer tiempo fantástico y lo vencieron 2 a 0

MARCA. Garnier, que en la foto lleva la pelota, aportó lucha en el medio campo y salvó varias situaciones de gol del rival.  MARCA. Garnier, que en la foto lleva la pelota, aportó lucha en el medio campo y salvó varias situaciones de gol del rival.
¿Estamos seguros de que ayer fue domingo? ¿Es 100 % real que el día más pasivo y depresivo de la semana fue el mismo en el que Atlético movilizó y dejó felices a miles de personas? Con sus primeros 45 minutos, el “decano” transformó a la tarde del domingo en un sábado a la noche: vertiginoso, impredecible y con la música bien alto. “Va a volver, a volver, el ‘deca’ va a volver’”, se escuchaba desde la tribuna mientras el 2 a 0 sobre All Boys quedaba firme.

¿Pero cómo lo hizo? ¿Cómo hizo para modificar el calendario semanal? Sin dudas se necesitó de los 11 titulares, que saltaron al campo del Monumental e intentaron, por ese período, ser un equipo que haga todo: correr, crear, generar, patear, meter, golear, defender, atajar, bloquear, robar, anticipar, como principales virtudes.

Nadie habla de fútbol total, pero la categoría ofrece rendimientos que generalmente incluyen pocas de estas acciones y el público lo reconoció. La platea de Atlético, sumada a varias partes del estadio, decidió cerrar un aplauso al final de la primera parte.

La ovación no sólo era para los goles: el cabezazo de Javier Malagueño y la gran jugada (de arco a arco) que inició Pablo Garnier, siguió Luis Rodríguez y finalizó Cristian Menéndez. Este último, sobre el final de ese período maravilloso, ensayó una jugada digna de poner en un museo si terminaba en gol.

Los aplausos eran para él, para “Pulguita” que se mostró más activo, para Juan Imbert que peleó todas las pelotas y para Diego García, que las amigó con su pie izquierdo. También para Cristian Lucchetti que sacó pelotas que parecía imposibles de atajar. Los combativos también recibían sus aplausos.

En el segundo tiempo, el día volvió a ser domingo y Atlético, un equipo más del montón. Pero el daño al último día de la semana ya estaba hecho. Será difícil para el equipo de Héctor Rivoira volver a alcanzar ese nivel pero servirá como desafío y parámetro. “¿Te acordás cómo jugó el equipo ese domingo?” Se preguntarán los hinchas. “Creo que era sábado”, dirán. Pero no. Fue un domingo.

Comentarios