Los Pumas deben manejar la concentración y la ansiedad

Los Pumas deben manejar la concentración y la ansiedad

El equipo hizo las cosas bien, pero falló en dos facetas clave.

CON CIERTA ANGUSTIA. Manuel Montero acaba de apoyar el primero de los tries que marcó el seleccionado nacional. La jugada generó dudas en el juez Walsh. CON CIERTA ANGUSTIA. Manuel Montero acaba de apoyar el primero de los tries que marcó el seleccionado nacional. La jugada generó dudas en el juez Walsh.
La producción de Los Pumas tuvo picos muy altos, pero a pesar de todo lo que hizo el equipo, no pudo adjudicarse el partido. Quedó claro esta vez que, la manera en que se les puede ganar a las potencias rugbísticas como Sudáfrica es no perdiendo la concentración hasta que el árbitro haga sonar el silbato determinando que el partido está finalizado.

El juego fue muy favorable en un porcentaje que realmente satisface. En el tiempo que duró el cotejo se desarrolló un volumen que despierta expectativas. Se vio un manejo de detalles que, sin dudas, se van incorporando en cada integrante de este joven plantel.

La dureza y el convencimiento que tienen los forwards los lleva a mostrarse muy sólidos en el scrum, haciendo retroceder al pack rival en buena parte del desarrollo de un partido. Eso requiere trabajo y sincronización a la hora de plantarse, algo que sin embargo al final se notó como que se aflojó un poco. De todos modos, está el justificativo del desgaste propio del partido. Sería importante que, con el correr de los enfrentamientos, esta formación fija forme parte de una plataforma para atacar.

El line, que ayuda a tener un juego dinámico teniendo en cuenta que se busca la conexión rápida hacía los tres cuartos con el propósito de sorprender, también resultó un punto productivo. Ello se vio cuando se eligió la base de la formación de un maul, a pesar de que en algunos momentos del partido fue contenida por su rival. Pero también se los contuvo cuando ellos intentaron atacar con el maul.

Los Pumas se dejó ver como un equipo solidario cuando tiene que defender. Eso incomodó demasiado al rival. Quedó evidenciado que no tuvo perfección, pero si variantes.

Los tres cuartos se mostraron seguros en el manejo de la pelota y no fue poca cosa ver el remate de los dos últimos tries, claras muestra de seguridad y audacia a la hora de definir. Quizás a la selección le esté faltando saber cerrar los partidos; en el cotejo de la semana pasada, la lluvia resultó el justificativo. En esta oportunidad, da la sensación de que la ansiedad fue la que jugó en contra.

Comentarios