Por Carlos Páez de la Torre H
22 Agosto 2014
ZENÓN J. SANTILLÁN. Una de las últimas fotos del destacado hombre público, que presidió en 1875 la Asociación Literaria. la gaceta / archivo
Hacia 1873, se fundó en Tucumán la “Asociación Literaria”. Su presidente era entonces Eduardo Sans y el secretario, desde el año siguiente, era Zenón J. Santillán. Sería interesante investigar esta institución. Precedió en varios años a la Sociedad Sarmiento (fundada en 1882) y significó, para jóvenes y adultos, la única posibilidad de reunirse para hablar de algo que no fueran los chismes políticos o las taquicardias de la industria azucarera.
En marzo de 1874, un aviso en el periódico local “La Razón” informaba la apertura de una biblioteca de los asociados, que funcionaría de mañana y de tarde. Se infiere, además, que entre las actividades de la Asociación estaban las conferencias, ya que en 1875 se llamaba a asamblea para confeccionar un “reglamento de disertaciones”.
En enero de este último año, Santillán fue elegido presidente. Integraban la directiva Osvaldo González Sorol, vicepresidente; José M. Avellaneda, tesorero; José Manuel Pereyra, secretario. En las vocalías, estaban Napoleón Vera, José M. Huidobro, Evaristo Barrenechea, Camilo Faget y Amador de la Cuesta.
No se sabe mucho más de las actividades de la Asociación Literaria en los años que siguieron. Solamente consta, en la información del periodismo, que la biblioteca fue trasladada posteriormente al Club Social, cuando la institución se extinguió.
Puede conjeturarse que no se pudo sostener mucho tiempo, en un medio aun no familiarizado con las tareas de la cultura, una entidad de ese tipo. Como decimos, su tarea bien merece una investigación.
En marzo de 1874, un aviso en el periódico local “La Razón” informaba la apertura de una biblioteca de los asociados, que funcionaría de mañana y de tarde. Se infiere, además, que entre las actividades de la Asociación estaban las conferencias, ya que en 1875 se llamaba a asamblea para confeccionar un “reglamento de disertaciones”.
En enero de este último año, Santillán fue elegido presidente. Integraban la directiva Osvaldo González Sorol, vicepresidente; José M. Avellaneda, tesorero; José Manuel Pereyra, secretario. En las vocalías, estaban Napoleón Vera, José M. Huidobro, Evaristo Barrenechea, Camilo Faget y Amador de la Cuesta.
No se sabe mucho más de las actividades de la Asociación Literaria en los años que siguieron. Solamente consta, en la información del periodismo, que la biblioteca fue trasladada posteriormente al Club Social, cuando la institución se extinguió.
Puede conjeturarse que no se pudo sostener mucho tiempo, en un medio aun no familiarizado con las tareas de la cultura, una entidad de ese tipo. Como decimos, su tarea bien merece una investigación.
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