Los verduleros de las redes sociales

Los verduleros de las redes sociales

En la ciudad de Yerba Buena se expande una nueva costumbre: encargar las verduras y frutas a través de un mensaje por WhatsApp o por Facebook. Los protagonistas de la movida son estudiantes, en su mayoría, que compran en el Mercofrut, vuelven a sus casas, arman los cajones y salen a repartirlos.

CAMINANDO LOS PASILLOS. Guillermo llega al alba al mercado situado al sur de la capital provincial, para elegir la fruta y la verdura frescas. LA GACETA / FOTOs DE ANTONIO FERRONI CAMINANDO LOS PASILLOS. Guillermo llega al alba al mercado situado al sur de la capital provincial, para elegir la fruta y la verdura frescas. LA GACETA / FOTOs DE ANTONIO FERRONI
Hay veces que Agustín duerme cuatro horas al día. Se levanta a las 4.30 para comprar frutas y verduras. Selecciona las que están frescas. Controla desde su teléfono celular los mensajes que le mandan. Cualquiera que lo viera, pensaría que se trata de un verdulero normal. Pero no, Agustín Posse -26 años, estudiante de agronomía- sería, en todo caso, un verdulero de redes sociales.

Desde hace un tiempo, se consolida en Yerba Buena, y en otras ciudades de Tucumán, la modalidad de verdulerías a domicilio, que consiste en la venta directa de frutas y verduras provenientes del Mercado de Concentración Frutihortícola de Tucumán, más conocido como Mercofrut. Los impulsores de este nuevo oficio ofrecen cajones armados por ellos mismos, en los que introducen productos que consideran que se usan habitualmente en las cocinas. Si el comprador prefiere diseñar su propia adquisición, en cambio, puede hacerlo. Los pedidos los reciben en la víspera, a través de la aplicación de mensajería WhatsApp o de los diferentes perfiles en Facebook, principalmente.

- Hay gente que tiene fiaca de ir a la verdulería o de pensar en qué cosas necesita. Entonces, le resulta cómodo que le entreguemos una bolsa armada -cuenta Agustín.

Después de la venta, él y su socio cuelgan en su perfil en Facebook alguna receta: por ejemplo, como cómo hacer una tarta de acelgas y choclos, unas berenjenas a la napolitana o un dulce de cayote con nueces.

Guillermo en el mercado
Son las cinco de la mañana y está oscuro. La temperatura llega a dos grados. Pero las cuatro naves del Mercofrut están llenas de señoras de cuerpos breves, ojos negros y ponchos. Por todas partes, van y vienen hombrecitos que empujan carros repletos de verduras y frutas.

- ¿Qué anda buscando? Un tomatito, unas mandarinas.


Todos los días, el mercado se arma antes de que amanezca. Se levantan edificios de zapallos y de naranjas. Aparecen manzanas, plátanos, hojas verdes, zanahorias, pimientos, huevos, cebollas, remolachas, rabanitos, papas y un sinfín de comestibles.

El Mercofrut tiene unos 300 puestos, dispuestos en esas cuatro filas y entre tres calles. Guillermo Acevedo se ha parado ante una tienda. Se le acerca una doña que tirita de frío, toma mate cocido y come bollo. Le dice “qué va llevar, chico”, y él pide unas rúculas.

Guillermo se jacta de ser uno de los primeros en haber introducido, al menos en Yerba Buena, esta modalidad de verdulería delivery con productos sacados horas antes del Mercofrut. El quehacer arrancó hace unos meses, y hoy realiza unas 80 entregas semanales, en promedio.

Tres veces a la semana, arriban los camiones con mercadería fresca al mercado. Por eso, cuenta Guillermo -24 años, yerbabuenense, estudiante de administración de empresas-, escogió uno de esos días para depositar en las casas unos cajones armados por él y por sus cuatro primos, que ofician de ayudantes.

- Aquí hay que llegar temprano. Yo conozco a los puesteros: sé quiénes tienen buena mercadería. Igual es importante que uno camine y busque variedad.

- ¿Pero hay diferencias en los precios?

- Sí, y en la calidad. Algunos te venden el cajón de tomates a $ 70, y otros a $ 120, por ejemplo. Se sabe que la manzana marca Moño Azul, que es la que usaba Gerardo Sofovich, es buena. Así que trato de conseguir de esas.

El rito de tocar la fruta
¿Qué ha pasado para que el rito de elegir las frutas pase al olvido (al menos para algunos)? ¿Acaso se ha perdido ese ceremonioso momento de arrodillarse ante un cajón de tomates y de separar los más duritos sobre la falda? ¿Quién no disfruta de escoger sus propias mandarinas? ¿O de controlar el movimiento de la aguja en la balanza del verdulero?

Dice Rodrigo Torres que lo que ocurre es que la comodidad es apreciada, pues la gente tiene poco tiempo para hacer sus compras.

- Los que durante la semana no pueden ir a la verdulería, optan por este servicio -explica el estudiante universitario de 19 años-. Hace tres semanas, él y unos amigos se lanzaron a esta aventura. Igual que el resto de los colegas, viajan al mercado antes de las 5, hacen las compras y arman los cajones en los garages. A media mañana, se hacen las repartijas.

En la mayoría de los casos, los protagonistas de esta costumbre son estudiantes universitarios que han encontrado qué hacer en su tiempo libre, debido a la huelga docente que desde hace más de 80 días afecta a la Universidad Nacional de Tucumán.

En la capital provincial también hay emprendimientos similares, como el de la nutricionista Cecilia Battig.

Los parroquianos
Carmen Díaz
, una vecina de Yerba Buena, cuenta que ha optado por esta modalidad porque le resulta práctica. Ana González, otra clienta, coincide: “con sólo mandar un mensaje por WhatsApp, hago las compras”. Cecilia Romero asegura que los comestibles que recibe son de buena calidad. Virginia Villagra relata que, antes, ella traía las frutas el fin de semana, del supermercado. Ahora, en cambio, la recibe los lunes, fresca. Raquel Abregú aclara que, cuando puede, va a la verdulería y realiza ella misma la selección. “Pero con el trabajo y los chicos, esto me sirve para salir de apuros”, añade.

En fin, mientras muchas personas siguen disfrutando de la visita diaria al verdulero o, incluso, de hacer compras mayoristas y en grupo de familias en el Mercofrut, otras han optado por esta modalidad. Mientras a Agustín y a sus camaradas les suene el despertador, no hay de qué preocuparse. Llegarán las espinacas frescas para el almuerzo.

UN CAJÓN CONTIENE

- Dos kilos de papas

- Dos kilos de cebollas

- Un kilo de zanahorias

- Un kilo de tomates

- Una planta de lechuga

- Dos pimientos verdes

- Dos pimientos rojos

- Una planta de rúcula

- Un kilo de zapallitos verdes

- Un atado de cebolla verde

- Medio kilo de remolachas

- Un coreanito

- Cinco bananas

- Una docena de naranjas

- Cinco manzanas

- Cinco peras

- Media docena de mandarinas

- Seis limones

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