Acerca de Los riesgos del lenguaje neutro

Acerca de Los riesgos del lenguaje neutro

17 Agosto 2014

Ante el estimulante articulo de Alina Diaconú (”Los riesgos del lenguaje neutro”, LA GACETA Literaria, 20 de julio pasado) quisiera compartir algunas reflexiones suscitadas tal vez por un afortunado encuentro con el comentario de Beatriz Parolo en el mismo número, suerte de efecto “mal de archivo”, del libro de Barbara Cassin, Más de una lengua. El terreno común que comparten Diaconú y Cassin es el riesgo, según la primera, de la “bastardización” del idioma en un peligroso “neutro”, que Cassín señala con el neologismo “globish” y que Abel Posse anunciaría como la “caída de todas las estructuras de una sociedad”. El artículo concluye con un llamado a la “vocación de una argentinidad reflejada en el idioma”.

En un libro sobre la búsqueda del Santo Grial de la lengua europea, M. Olender (Las lenguas de paraíso) nos advierte sobre la aventura lingüístico-cultural en la que se embarcó el siglo XIX y que vino a naufragar en los devaneos étnico raciales del XX. Es curiosa también la cita de Diaconú a los Escritos de Lacan, dado que para el psicoanalista el lenguaje comporta una suerte de incompletud estructural y así, el propio “riesgo” que nos enuncia Alina podría tener su “crisis” (inflexión) en el “enviscamiento sintáctico” (sic), ahora entendido como un exilio en la propia casa del lenguaje.

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Esta discontinuidad en la estructura de la lengua sería muy antigua. Walter Benjamin con Sholem la sitúan desde el Génesis, como un Kerygma apostrófico sin vocales: “lengua alegremente celebrada… purificada de toda ceremonia”(Tesis sobre Filosofia de la Historia, W. Benjamin). “La caída” (pthomé) del lenguaje que anuncia Posse podría ser solo un síntoma (sin-thome). Y el síntoma habla. ¿Pero qué?                                                                                                  

LUIS A. DE LA BÁRCENA

TUCUMÁN 

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