El milagro llamado Buffarini

El milagro llamado Buffarini

Después de dejar Atlético, y en menos de tres años, el defensor hizo historia en el ciclón

14 Agosto 2014
En la vida de Julio Buffarini pasaron muchas cosas en poco tiempo. Dejó Talleres de Córdoba, equipo en el que realizó todas las divisiones inferiores, para incorporarse a Atlético en 2010. Después de haber cumplido con una regular temporada, soñó con quedarse en el “decano”, pero por esas cosas del destino, no siguió y terminó, casi sin querer, en Ferro. Ricardo Carusso Lombardi lo siguió de cerca y les pidió a los directivos de San Lorenzo que lo compraran.

El futbolista nacido en General Cabrera (Córdoba) el 18 de agosto de 1988, vivió de todo en el “ciclón” desde que llegó en 2012 . Integró el plantel que evitó el descenso, salió campeón del Inicial 2013 y ahora levantó la Copa Libertadores. El ex “decano” habló con LG Deportiva sobre lo que vive.

- ¿Cómo viviste las horas previas?

- Fueron momentos únicos. Tratamos de disfrutarlo al máximo. Esto es algo histórico para la mayoría de los integrantes del plantel y para el club. Fue buenísimo haber cerrado este ciclo con una vuelta olímpica en nuestra casa, con nuestra gente y con la familia.

- ¿Llegó toda tu barra?

- No te imaginás cómo está el departamento de Puerto Madero. Llegaron 27. La mayoría de General Cabrera. También vinieron mis suegros y cuñados de la capital cordobesa.

- ¿Necesitaste de todo un presupuesto para recibirlos?

- Ja. Eso es lo de menos. Quería vivir este momento con ellos, porque siempre estuvieron a mi lado cuando nada salía como yo esperaba.

- La hinchada fue como un jugador más...

- No tengás la menor duda. Siempre nos acompañaron. Con su aliento nos hicieron sentir que estaban con nosotros. Son increíbles y te lo demuestran todos los días. Te imaginás que ganando una Copa Libertadores esto se disfruta mucho más.

- ¿Qué significa para vos haber salido campeón de la Libertadores?

- Era uno de los sueños que siempre tuve. Ahora que lo cumplí, voy por otro, que es jugar en Europa.

- ¿Crees que tenés chances?

- Cuando estaba en Atlético, Manuel Pellegrini, que dirigía Málaga de España, ya me tenía en sus planes. Pero apareció Ferro primero y San Lorenzo después. El “ciclón” me cambió la vida. En este club pasé por diferentes etapas. Integré el plantel que lo salvó del descenso y, al poco tiempo, salí campeón. Haber sumado este título y quedar en la historia del club fue lo más grande que me ocurrió.

-¿No los llamó el Papa?

- No, no habló. Creo que debe haber rezado mucho para que nos vaya muy bien. Tengo muchas ganas de conocerlo y es muy probable que con mi familia viajemos al Vaticano para saludarlo. Te juro que le voy a llevar una remera del equipo. Sería como tocar el cielo con las manos.

- ¿Soñaste hacer un gol como contra Bolívar?

- Hubiera sido algo extraordinario. Pero lo fundamental era ganar, dejando el alma en cada pelota sabiendo que estos partidos no se dan todos los días.

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