Un corto nos mete en la piel de dos inmigrantes que se enamoran al llegar a la Perla del Sur

Un corto nos mete en la piel de dos inmigrantes que se enamoran al llegar a la Perla del Sur

Los alumnos de la escuela Santa Rosa de Lima encararon un ambicioso proyecto para participar de la VII Edición del Festival de Cine Juvenil que se realizará en la Perla del Sur a fines del mes que viene

DE LOS BARCOS. En Concepción filman una historia inmersa en el clima inmigratorio del temprano siglo XX. FOTOS GENTILEZA DE ADRIANA DIAZ Y ANIBAL ULISES RUIZ DE LOS BARCOS. En Concepción filman una historia inmersa en el clima inmigratorio del temprano siglo XX. FOTOS GENTILEZA DE ADRIANA DIAZ Y ANIBAL ULISES RUIZ
La historia de este cortometraje comienza en el puerto de Buenos Aires. José Antonio acaba de llegar solo desde su país, España, huyendo de la guerra. Alguien le había recomendado que en Concepción, un pequeño poblado al norte de Tucumán, podía encontrar trabajo y una vida digna. Hacia allí se dirigía cuando, pasando por una feria, conoce accidentalmente a Adelinda, una joven italiana que, junto a su familia, había abandonado su patria y buscaba un futuro mejor en otro lado del mapa.

El proyecto audiovisual se llama “Huellas de amor”. Relata la historia de quienes han tenido que dejar el lugar donde crecieron y se afincaron en el sur tucumano. Los protagonistas de este corto, delante y detrás de la cámara, son alumnos y docentes de la escuela secundaria Santa Rosa de Lima de Concepción. El filme movilizó también a cientos de vecinos, que participaron como extras para recrear la vida en el pueblo a principios del siglo pasado.

Este corto, que se está terminando de filmar en los próximos días, será presentado en la VII edición del Festival Juvenil de Cine, que se desarrollará en La Perla del Sur el mes que viene.

¿Cómo nació la idea?

“Huellas de amor” se imaginó en un aula de la escuela Santa Rosa de Lima, ubicada a pocas cuadras de la plaza principal de Concepción. Cada año, desde los primeros días de clases, los alumnos presentan ideas para realizar un proyecto audiovisual. Y este, el de los inmigrantes, es el que más convenció a los estudiantes desarrollar en 2014. ¿Por qué? Porque querían conocer a fondo sus orígenes.

Según destacaron los docentes, el proyecto, que es dirigido por la profesora Adriana Díaz, involucró a todas las familias porque cada alumno tuvo que investigar en su casa sobre sus antepasados. También tuvieron que escarbar en los placares y depósitos familiares para rescatar cualquier objeto que pudiera servir para reflejar lo mejor posible al Concepción de principios del siglo pasado.

“Conseguimos que el corto se hiciera con utilería y vestimenta de los inmigrantes para poder reflejar lo más fiel posible lo que fueron esos años en que llegaron los inmigrantes al país. La ropa que usan los personajes es de sus bisabuelos y tatarabuelos. También las valijas de la época”, relató el profesor el profesor Daniel Peñaloza, que es el coordinador del Festival.

La historia de amor

En Concepción, la mayoría de los inmigrantes fueron españoles, italianos y árabes. Por eso es que los estudiantes decidieron que la historia de amor sería entre un español y un italiano. Dos docentes se encargaron de delinear el guión y, después de un casting realizado entre los estudiantes del establecimiento fueron elegidos como protagonistas Rocío Paz, de 17 años y José Eduardo Ruiz, de 16.

Aunque los alumnos de la secundaria Santa Rosa de Lima hace varios años vienen haciendo cortos, el de este año es sin dudas la apuesta más jugada: se animaron a hacer una comedia romántica musical. Y ellos mismos compusieron la música.

El cortometraje dura 15 minutos. Pero fue tanto el esfuerzo para rastrear, desempolvar y traducir la historia de 1900 a 1920 en Concepción que los realizadores piensan convertir el proyecto en un largometraje.

Escenas

Para la primera escena, un equipo de la escuela viajó a Buenos Aires a filmar sobre la Fragata Sarmiento, en Puerto Madero. Contaron con la ayuda de jóvenes de la escuela técnica Alejandro Volta. Ellos pudieron representar a los cientos de inmigrantes que cada día llegaban a nuestro país el siglo pasado.

La segunda jornada de rodaje duró 12 horas y revolucionó la vida cotidiana de la Perla del Sur. Fue el martes pasado en un sitio que es un ícono para los concepcionenses: la arrocera de los hermanos Haimes (a cinco cuadras del centro de la ciudad). Allí concurrieron más de 150 personas convocadas para participar como extras en el corto.

En esa sector se filmó también el momento en que ocurre el flechazo de amor entre los protagonistas. “Nuestro romance es fruto de la casualidad. En una feria yo llevo unas naranjas en una bandeja y se produce un choque involuntario con José. Ahí se me cae todo y me enojo. Después nos volvemos a encontrar en una finca en la que por casualidad trabajamos los dos”, relata Rocío.

Los otros momentos importantes del film tienen como escenario el viejo ferrocarril de Concepción, en el que un grupo de bailarines de tango deslumbra a los inmigrantes. También hay una parte muy prometedora del musical: es una finca de limones (“No podemos dar más detalles”, advierten los estudiantes).

Otra de las imágenes que seguramente atraparán al espectador ocurre en la Banderita, un parador natural bellísimo ubicado en la Cuesta del Clavillo (a 48 km de Concepción), desde donde se puede contemplar las cumbres del Nevado del Aconquija. A más de 1800 metros sobre el nivel del mar y con ese paisaje majestuoso, el protagonista de la historia recuerda cómo y porqué huye de la guerra.

“Fue muy fuerte interpretar una escena de mis antepasados. Mi tatarabuelo vino de España y vivió mucho de todo esto que me toca representar”, confiesa José, un joven algo tímido pero convencido de su papel en el corto.

A Rocío le fascina el lado romántico, y a la vez decidido, que tiene su personaje. “Mis bisabuelos fueron inmigrantes y este proyecto me ayudó a ponerme en el lugar de ellos, ver lo que sufrieron por dejar todo eso que tenían en Europa. No todos podían traer a sus familias y les dolía el tema de la guerra. Así y todo lograron reconstruir sus vidas y salir adelante”, destaca la joven.

Los estudiantes tuvieron que aprender a cantar, a bailar y palabras típicas del idioma italiano para poder meternos en la piel de estos dos inmigrantes que se enamoran al llegar al país y que, seguramente, son el reflejo de otras miles de historias que marcaron para siempre la vida en La Perla del Sur.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios