Por Manuel Cardozo
10 Agosto 2014
ACTITUD. Lo que habrá que tener en esta segunda fase, que solo es de ida.
Si para la clasificación al Súper 8 hubo tanto suspenso y expectativa, es dable suponer que a partir de la primera fecha de este octogonal estelar se jugarán cuatro finales por jornada.
Los seis equipos tucumanos, junto al de Salta y al de Santiago, cumplieron con el objetivo, esperado en el caso de algunos, no tanto en el de otros. Ahora, para cada partido habrá que ajustar la estrategia, la concentración y reducir el número de errores forzados y no forzados al valor más cercano posible a cero. Quien así no lo haga, más temprano que tarde lo lamentará. El tramo de aquí a las Copas es muy corto y exigente, por lo que ninguno puede darse el lujo de “ir acomodándose”. Si el juego no se ha encontrado hasta aquí, lo más probable es que el oro no espere al final del arco iris.
Todos tienen panoramas distintos, pero se conocen a la perfección. Aquí no habrá revanchas, y cada triunfo o derrota formará parte de la estadística. Todos buscarán la primera victoria, porque en el Súper 8 el que pega primero, realmente pega dos veces.
Nadie puede negar que entre las filas de los que llegaron, hay buenos jugadores, que conocen del juego en sí. Seguramente la experiencia jugará un papel fundamental en esta batalla. La mesa está servida. Bienvenidos a los que van a participar de este gran plato.
Los seis equipos tucumanos, junto al de Salta y al de Santiago, cumplieron con el objetivo, esperado en el caso de algunos, no tanto en el de otros. Ahora, para cada partido habrá que ajustar la estrategia, la concentración y reducir el número de errores forzados y no forzados al valor más cercano posible a cero. Quien así no lo haga, más temprano que tarde lo lamentará. El tramo de aquí a las Copas es muy corto y exigente, por lo que ninguno puede darse el lujo de “ir acomodándose”. Si el juego no se ha encontrado hasta aquí, lo más probable es que el oro no espere al final del arco iris.
Todos tienen panoramas distintos, pero se conocen a la perfección. Aquí no habrá revanchas, y cada triunfo o derrota formará parte de la estadística. Todos buscarán la primera victoria, porque en el Súper 8 el que pega primero, realmente pega dos veces.
Nadie puede negar que entre las filas de los que llegaron, hay buenos jugadores, que conocen del juego en sí. Seguramente la experiencia jugará un papel fundamental en esta batalla. La mesa está servida. Bienvenidos a los que van a participar de este gran plato.
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