Liberaron a los cuatro policías acusados por un homicidio

Liberaron a los cuatro policías acusados por un homicidio

Son investigados por la muerte del adolescente Adrián Astorga

10 Agosto 2014
El fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila, decidió no requerir la prisión preventiva de los policías Juan Víctor Espíndola, Rodrigo Sebastián Gallardo, Bruno Carmelo Ciolfo y César Luis Farías, acusados por el crimen del adolescente Adrián Alejandro Astorga, ocurrido el 20 de julio a la noche en el barrio San Martín.

Fuentes judiciales comentaron que la decisión del fiscal fue fundamentada en la falta de pruebas para confirmar la acusación en contra de los efectivos, quienes quedaron en libertad pero seguirán vinculados a la causa como los principales sospechosos del crimen, mientras se sustancia la investigación.

Los policías habían declarado que el día del hecho, a la noche, llegaron a la seccional 8ª trasladando un detenido, y que cuando llegaron al lugar se acercó un grupo de personas para informar que en la esquina había ocurrido un robo, y señalaron que los ladrones se movilizaban en una motocicleta.

Los efectivos, que trabajaban en el servicio de emergencias 911, salieron a buscar a los delincuentes, y según la versión que dieron a la Justicia interceptaron a una moto desde la que comenzaron a dispararles. Los policías aseguran que respondieron con disparos al aire.

“Lo hicieron para evitar un enfrentamiento. El disparo al aire fue de prevención, porque en ese momento había mucha gente en la calle y había que evitar una situación más grave. Ninguno atentó contra la integridad de esa persona (por la víctima). Ninguno disparó”, había afirmado la abogada Julieta Jorrat cuando habían declarado sus defendidos.

Astorga iba en la moto con su tío cuando recibió un disparo en la nuca, en el pasaje 17 de Agosto al 4.700. Murió en la madrugada del 21 de julio en el hospital Padilla. Sus familiares habían asegurado que había sido víctima de “gatillo fácil” cuando regresaban de un cumpleaños.

Sin embargo, dos supuestas víctimas de arrebatos en el barrio San Martín declararon en tribunales y avalaron la versión que dieron los policías. Al adolescente le dio positivo la pericia de dermotest en las dos manos.

Lo que aún no pudo determinarse es el calibre de la bala que mató a Astorga. Fuentes judiciales contaron que la víctima tenía un orificio de entrada y otro de salida, por lo que el proyectil no quedó alojado en el cuerpo. Las tres vainas servidas que fueron encontradas en el lugar del hecho no coincidirían con las armas reglamentarias de los policías. Esto se terminará de confirmar con las pericias balísticas.

Los familiares de la víctima dijeron que desde que liberaron a los policías sienten que son intimidados por motoristas que pasan por la cercanía de sus casas.

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