Le destrozaron la cabeza para asaltarlo

Le destrozaron la cabeza para asaltarlo

El citricultor Ramón Cazorla fue asesinado ayer por tres asaltantes que entraron a su casa para robarle dinero y un equipo de música La víctima había cumplido 73 años hacia ocho días. Los ladrones forzaron la puerta con un tronco. Aún no hay sospechosos.

PERICIAS. Los investigadores recorrieron la finca en la que ocurrió el homicidio en busca de rastros que los pueden guiar hacia los asaltantes. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO PERICIAS. Los investigadores recorrieron la finca en la que ocurrió el homicidio en busca de rastros que los pueden guiar hacia los asaltantes. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
01 Agosto 2014
Hacía ocho días que Ramón Cazorla había festejado con su familia su cumpleaños número 73. Ese día no faltaba nadie en su mesa y Paola, su nuera, recuerda que se lo veía feliz. Se habían reunido en la finca de limones en la que vivía (de la que también era propietario) en Tafí Viejo y todo era alegría. Pero esa felicidad se convirtió ayer en sufrimiento porque tres asaltantes lo asesinaron en su casa para robarle dinero y un viejo equipo de música.

La nuera de Cazorla dudó cuando LA GACETA la entrevistó. “No sabemos con quienes estamos tratando. Por eso no quiero que publiquen mi apellido. Esta gente sale a matar y destruyeron a mi familia”, dijo Paola.

En la galería de la casa de arcos coloniales en la que vivía el citricultor permanecían, en silencio, el resto de sus familiares y no tenían ánimos para hablar. Una mujer que estaba sentada en una silla lloraba y pedía al cielo una explicación para tratar de entender lo que les estaba pasando.

La finca en la que se cometió el homicidio está ubicada en la calle Juan Manuel de Rosas, al suroeste del centro de Tafí Viejo, cerca de la citrícola “Citromax”. Según la familia de la víctima, los robos eran frecuentes pero siempre se llevaban limones o herramientas y nunca antes habían entrado en la casa.

La puerta por la que ingresaron los asaltantes era la única que no tenía rejas y daba al baño. En la hipótesis policial se sostiene que, alrededor de las 2.30, los asaltantes forzaron la puerta con un tronco. Luego habrían avanzado hasta la habitación en la que dormía Cazorla con su esposa y los atacaron. “Él (por la víctima) tenía Parkinson y mi suegra, que tiene casi su misma edad, sufre una afección cardíaca. Era un anciano pero lo golpearon igual. Todavía no sabemos cuál es el resultado de la autopsia pero pensamos que lo mataron a golpes”, agregó Paola.

Uno de los hijos de la mujer (nieto de la víctima) fue hasta la finca cuando se enteró de que los habían asaltado y vio que el cadáver de Cazorla tenía la cabeza muy hinchada y llena de moretones. Esta versión coincide con lo informado por una fuente de la Regional Norte que sostuvo que, a simple vista, no se vieron en el cuerpo de la víctima heridas de armas de fuego o de algún elemento cortante. Sin embargo, recién hoy se conocería oficialmente el resultado de la autopsia que fue ordenada por el fiscal Arnoldo Suasnábar, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la VII° Nominación.

El robo, según habría declarado la esposa de Cazorla, duró una hora. En ese tiempo los asaltantes los maniataron y se llevaron el botín que no fue dado a conocer oficialmente. Alrededor de las 4.30 la mujer logró liberarse de las ataduras y fue hasta la casa de José Luis Cazorla, su sobrino que vive a 50 metros, para pedir ayuda. “Llegó a gatas hasta mi casa por el problema que tiene en el corazón. Me golpeó la puerta y me pidió que la ayude. Cuando llegué a la casa mi tío estaba tirado boca abajo en la puerta de la habitación. Estaba muy golpeado. Él era un hombre que tenía un semejante lomo (sic) y no lo iban a voltear fácil”, explicó el sobrino de la víctima. Además se quejó de como trasladaron el cuerpo. “Entiendo que la Policía Científica no tenga un furgón, pero a mi tío lo taparon con una sábana de la casa y lo subieron a la caja descubierta de una camioneta para llevarlo hasta la morgue. Ya sé que estaba muerto, pero no me gustó como lo trataron. La Policía debería tener un mejor equipamiento”, analizó.

Los investigadores sospechan que la víctima había recibido un pago por la venta de limones. Todavía no se logró identificar a ningún sospechoso.

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