“Iván entregaba la mochila cuando le pegaron el tiro”

Los testigos del crimen del joven de 19 años declararon durante el comienzo del juicio oral

LOS ACUSADOS. De izquierda a derecha, Suárez, Díaz, Correa y Alderete. la gaceta / foto de antonio ferroni LOS ACUSADOS. De izquierda a derecha, Suárez, Díaz, Correa y Alderete. la gaceta / foto de antonio ferroni
30 Julio 2014
A la hipótesis principal del crimen de Mauro Iván Sénneke la describió ayer el acusado Luis Alfredo Díaz, al declarar en el primer día del juicio oral contra cuatro hombres, sospechados de haber participado en el robo en el que mataron al joven de 19 años en la esquina de Rivadavia y Delfín Gallo.

Díaz conducía el taxi licencia 7684 el 10 de noviembre de 2011, cuando en avenida Ejército del Norte y Bolivia subieron como pasajeros José Manuel “Loly” Correa y Sergio Antonio “Cascarón” Alderete. Le indicaron que los llevara hasta avenidas Juan B. Justo y Martín Berho, donde uno de ellos se bajó a comprar “algo”. En la esquina de Juan B. Justo y Panamá se sumó Carlos Sebastián Suárez, conocido de los otros pasajeros.

Según la declaración del taxista, le pidieron que se detuviera en Rivadavia y Manuel Estrada. “Loly” y “Cascarón” le dijeron a Díaz que los esperara mientras compraban en un almacén. Suárez se quedó en el auto. Eran las 22.30 cuando se escuchó un disparo. “Al rato subieron y vi que tenían un arma”, contó Díaz, quien los llevó hasta el barrio Juan XXIII. Esa madrugada, fueron detenidos el taxista, “Cascarón” y Suárez. “Loly” estuvo prófugo hasta mediados de 2012.

El robo

Iván se había encontrado con su amiga Fátima Leguizamón en el colectivo, y se bajaron en Muñecas y Delfín Gallo. En la esquina de esta última calle con Rivadavia (la víctima vivía a pocos metros) se quedaron conversando, cuando Leguizamón vio venir a dos hombres. “Preguntaron por dónde pasaba la línea 7. Iván les explicó y cuando me miró, le dije que nos querían robar y salí corriendo”, declaró ayer la joven.

Pablo Scime, vecino de la víctima, estaba en la puerta del edificio en el que vivía la familia Sénneke cuando vio venir a Leguizamón gritando. “Me fui a la esquina y vi cuando Iván entregaba la mochila. Al rato le pegaron el tiro”, relató el joven.

Los dos asaltantes escaparon por calle Rivadavia. Silvia Jiménez y Walter Sénneke (madre y hermano de Iván) llegaron a los pocos minutos, alertados por los vecinos. “La ambulancia demoró como media hora”, dijo Jiménez.

Ayer también declaró Ramón Juárez, dueño del taxi en el que se habrían movilizado los ladrones. Tuvo que someterse a un careo con Díaz, ya que Juárez sostuvo que era el primer día que el acusado trabajaba con él. El imputado, en tanto, aseguró que ya había conducido antes un taxi que era del testigo. Los jueces Alicia Freidenberg, Marta Cavallotti y Alfonso Zóttoli dispusieron que el juicio continuara hoy desde las 8.30.

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