29 Julio 2014
HACE 9 AÑOS. Alberto Lebbos y Susana Trimarco, juntos durante una de las primeras marchas, en abril de 2006. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
Paulina Lebbos era aún una estudiante a la que estaban buscando cuando se hizo la primera marcha, organizada por sus compañeros de Filosofía y Letras. Esta noche, su padre, Alberto Lebbos, encabezará hoy, a las 19, la marcha número 400 para exigir el esclarecimiento del crimen de la joven, ocurrido en febrero de 2006. La cita será, como todos los martes, en la plaza Independencia.
A aquel primer reclamo se fueron sumando los de familiares de otras víctimas, cuyas historias también se perdieron en los vericuetos del sistema de investigación policial y legal. Ya son 297 los crímenes no resueltos que denuncian desde la Comisión de Familares de Víctimas de la Impunidad. Son casos dilatados de crímenes producto de la inseguridad, pero también denuncias de brutalidad policial, desapariciones de personas o violaciones, explicó Lebbos a LA GACETA.
En esta marcha, la número 400, los manifestantes llevarán como consigna el repudio a las jubilaciones "de privilegio" de los fiscales Carlos Albaca y Luis De Mitri. "Ellos son los responsables de la mala investigación del crimen de Paulina, y ahora los premian con una jubilación de 50.000 pesos, con el 82% móvil", dijo Lebbos.
También se manifestarán contra la designación "a dedo" del nuevo ministro fiscal. "Exigimos que se haga por concurso y con control social -señaló-. Además, queremos que se termine la impunidad propiciada por matrimonio Alperovich - Rojkés".
Una historia de dolor y lucha
"Ya en la segunda marcha empezaron a acercarse familias que exigían justicia, denunciaban casos de brutalidad policial, violaciones, desapariciones, muertes violentas, sin que se haya encontrado a los culpables -relató Lebbos-. Lo primero que notamos es que había una necesidad de contar lo que había pasado, de dar visibilidad a su historia, porque si no se conoce, es como si ni existiera: la invisibilidad hace un pacto con la impunidad".
A partir de entonces, se convirtió en una bola de nieve. Se acercó más gente para denunciar crímenes impunes, hasta el punto en que hubo que cambiar el lugar de reunión. Ya no les alcanzaba la mesa de uno de los bares frente a la plaza Independencia.
"Fue una sorpresa. Ni los familiares ni la prensa teníamos una dimensión real de lo que estaba ocurriendo hasta que empezamos a contarnos lo que nos pasaba. Así se formó la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad. Entre las cosas que nos unían apareció la necesidad de buscar apoyo psicológico y legal, siempre en forma gratuita, porque la mayoría son familias pobres", señaló el padre de Paulina.
Leyes que no se aplican
La Comision tuvo algunos triunfos, como la conformación de la División de Delitos Complejos, de la Policía; o la aprobación de la ley que prevé la protección a testigos y la de asistencia legal o psicológica a ls víctimas. Sin embargo, estas normas, promulgadas en 2006, no se aplican porque no fueron reglamentadas.
"El Poder Ejecutivo provincial tenía 90 días para reglamentarlas y no lo hizo", consignó Lebbos.
A aquel primer reclamo se fueron sumando los de familiares de otras víctimas, cuyas historias también se perdieron en los vericuetos del sistema de investigación policial y legal. Ya son 297 los crímenes no resueltos que denuncian desde la Comisión de Familares de Víctimas de la Impunidad. Son casos dilatados de crímenes producto de la inseguridad, pero también denuncias de brutalidad policial, desapariciones de personas o violaciones, explicó Lebbos a LA GACETA.
En esta marcha, la número 400, los manifestantes llevarán como consigna el repudio a las jubilaciones "de privilegio" de los fiscales Carlos Albaca y Luis De Mitri. "Ellos son los responsables de la mala investigación del crimen de Paulina, y ahora los premian con una jubilación de 50.000 pesos, con el 82% móvil", dijo Lebbos.
También se manifestarán contra la designación "a dedo" del nuevo ministro fiscal. "Exigimos que se haga por concurso y con control social -señaló-. Además, queremos que se termine la impunidad propiciada por matrimonio Alperovich - Rojkés".
Una historia de dolor y lucha
"Ya en la segunda marcha empezaron a acercarse familias que exigían justicia, denunciaban casos de brutalidad policial, violaciones, desapariciones, muertes violentas, sin que se haya encontrado a los culpables -relató Lebbos-. Lo primero que notamos es que había una necesidad de contar lo que había pasado, de dar visibilidad a su historia, porque si no se conoce, es como si ni existiera: la invisibilidad hace un pacto con la impunidad".
A partir de entonces, se convirtió en una bola de nieve. Se acercó más gente para denunciar crímenes impunes, hasta el punto en que hubo que cambiar el lugar de reunión. Ya no les alcanzaba la mesa de uno de los bares frente a la plaza Independencia.
"Fue una sorpresa. Ni los familiares ni la prensa teníamos una dimensión real de lo que estaba ocurriendo hasta que empezamos a contarnos lo que nos pasaba. Así se formó la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad. Entre las cosas que nos unían apareció la necesidad de buscar apoyo psicológico y legal, siempre en forma gratuita, porque la mayoría son familias pobres", señaló el padre de Paulina.
Leyes que no se aplican
La Comision tuvo algunos triunfos, como la conformación de la División de Delitos Complejos, de la Policía; o la aprobación de la ley que prevé la protección a testigos y la de asistencia legal o psicológica a ls víctimas. Sin embargo, estas normas, promulgadas en 2006, no se aplican porque no fueron reglamentadas.
"El Poder Ejecutivo provincial tenía 90 días para reglamentarlas y no lo hizo", consignó Lebbos.
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