Liberales o mazorqueros

Liberales o mazorqueros

Arbitrarias etiquetas familiares en 1885

CONCILIACIÓN. De pie, a la izquierda, el doctor Napoleón Paz. Sentado, a la derecha, su suegro, el ex gobernador Tiburcio Padilla. Pertenecían a familias enfrentadas en política. la gaceta / archivo CONCILIACIÓN. De pie, a la izquierda, el doctor Napoleón Paz. Sentado, a la derecha, su suegro, el ex gobernador Tiburcio Padilla. Pertenecían a familias enfrentadas en política. la gaceta / archivo
Los miembros de la clase dirigente tucumana, al promediar el decenio de 1880, se adjudicaban, entre sí, etiquetas de “mazorquero” (esto es, rosista) o “liberal”, invocando arbitrariamente actitudes o antecedentes de familia. Lo cuenta Vicente C. Gallo en “De la vida cívica argentina”.

Por ejemplo, don Eudoro Avellaneda, era calificado de “mazorquero” a pesar de ser hijo del “Mártir de Metán”, mientras un hijo –natural- del gobernador rosista Celedonio Gutiérrez, era “dirigente del partido liberal, y considerado un auténtico liberal histórico”. El doctor Exequiel Colombres, a pesar de sus conocidas ideas antirrosistas, era motejado de “mazorquero” con toda su parentela, por su matrimonio con Zoila Gutiérrez, hija del general.

También se tildaba de “mazorquero” a don Pedro Ruiz Huidobro, a pesar de haber sido compañero del general Lavalle. Se consideraba “liberales” a Tiburcio, José, Isaías y Ángel Padilla, pero no a su hermano Ezequiel, tratado de “mazorquero” por su matrimonio con Elisa Colombres Huidobro. Por eso, en 1891, “produjo verdadera conmoción social” el compromiso matrimonial del doctor Napoleón Paz, de familia mazorquera (su madre era Colombres), con doña Clemencia Padilla, de familia liberal, hija del ex gobernador Tiburcio.

“La gente se resistía a creer que dos familias tan distanciadas y representativas de tendencias tan opuestas pudieran aproximarse hasta ese extremo, acallando viejos rencores y profundos agravios”. Esto terminó, dice Gallo, bajo el gobierno de don Lucas Córdoba, “a quien Tucumán, entre otros servicios, debe el de haber reconciliado a sus hijos y suprimido entre ellos estériles divisiones”.

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