28 Julio 2014
Pueden ocurrir en cualquier lugar y hora, en la calle, en la parada del ómnibus, fuera de las cuatro avenidas, en el centro, en la puerta de su casa, a metros de una comisaría. Los asaltos y los robos tienen a maltraer a una buena parte de la ciudadanía, pese a que la Policía suma nuevos efectivos.
El viernes a la noche, en Bolívar al 100, una abogada y su hija fueron abordadas cuando se aprestaban a salir de una guardería, dos malhechores amenazaron con matarlas si no les daban dinero y como no lo tenían, les robaron el auto.
El mismo día, por la mañana, los delincuentes entraron a la casa de un empresario en Yerba Buena y se llevaron la caja de seguridad -fue arrancada de un placard- y dos televisores. “Hace 35 años que vivo en Yerba Buena y no menos de 10 veces me han asaltado, de las maneras que busques, y en todos los casos jamás he pensado que pueda recuperar nada”, dijo. El martes, en esa ciudad, un cobrador fue asaltado en la puerta de su casa por dos delincuentes, que circulaban en moto, y le robaron $ 23.000. El miércoles, a las 7, en la esquina de avenida Aconquija y Saavedra Lamas, de Yerba Buena, dos hermanas, de 16 y 19 años, que esperaban el ómnibus, fueron asaltadas. Les quitaron los celulares y el escaso dinero que llevaban. La Policía logró atrapar a uno de ellos.
El 10 de julio pasado informamos que en 15 días se habían producido robos en cuatro negocios de Mendoza al 400. Los propietarios dijeron que los atracos suceden durante la madrugada. “Estamos a la vuelta de Casa de Gobierno y uno supone que el centro es más seguro. Pero a la noche por acá no pasa nadie”, manifestó la dueña del local de telefonía celular.
Respecto del asalto en Bolívar al 100 y sobre las quejas de los vecinos de Barrio Sur, que afirman sufrir arrebatos a diario, el jefe de la Seccional 2° señaló: “Nos llamó la atención porque es una situación que se da por primera vez en nuestra jurisdicción; no es común este tipo de hechos. Tenemos el Sistema de Emergencias 911 que distribuye los vehículos conforme al mapa del delito. Es verdad que los delitos más frecuentes son los arrebatos, pero hemos disminuido entre un 30% y un 40% las denuncias por arrebatos desde que se implementó el 911”.
El 19 de julio pasado, informamos que el Ministerio de Seguridad decidió enviar 53 nuevos agentes a la Unidad Regional Capital, por los hechos de inseguridad que suceden en el microcentro, entre junio y lo que va de julio, para reforzar la Guardia Urbana en la vía pública. Por su parte, el gobernador dijo que la idea es que hasta diciembre se incremente la cantidad de policías en las calles. “Antes de fin de año van a salir otros 300 efectivos más y ya se encargó la compra de vehículos y motos”, afirmó.
La realidad está mostrando que la inseguridad no se soluciona con más policías en la calle. ¿Cómo explicar los robos en los comercios de Mendoza al 400, cuando se supone que es una zona que debería contar con vigilancia? Las autoridades deberían preguntarse qué es lo que están haciendo mal o no hacen.
Sabido es que no todas las víctimas hacen la denuncia por desconfianza en la fuerza policial. Tal vez la Policía debería trabajar conjuntamente con los vecinos para conocer sus temores y los movimientos de su barrio. De ese modo, se establecería un vínculo distinto y se podría diseñar un mapa del delito y trabajar en la prevención.
El viernes a la noche, en Bolívar al 100, una abogada y su hija fueron abordadas cuando se aprestaban a salir de una guardería, dos malhechores amenazaron con matarlas si no les daban dinero y como no lo tenían, les robaron el auto.
El mismo día, por la mañana, los delincuentes entraron a la casa de un empresario en Yerba Buena y se llevaron la caja de seguridad -fue arrancada de un placard- y dos televisores. “Hace 35 años que vivo en Yerba Buena y no menos de 10 veces me han asaltado, de las maneras que busques, y en todos los casos jamás he pensado que pueda recuperar nada”, dijo. El martes, en esa ciudad, un cobrador fue asaltado en la puerta de su casa por dos delincuentes, que circulaban en moto, y le robaron $ 23.000. El miércoles, a las 7, en la esquina de avenida Aconquija y Saavedra Lamas, de Yerba Buena, dos hermanas, de 16 y 19 años, que esperaban el ómnibus, fueron asaltadas. Les quitaron los celulares y el escaso dinero que llevaban. La Policía logró atrapar a uno de ellos.
El 10 de julio pasado informamos que en 15 días se habían producido robos en cuatro negocios de Mendoza al 400. Los propietarios dijeron que los atracos suceden durante la madrugada. “Estamos a la vuelta de Casa de Gobierno y uno supone que el centro es más seguro. Pero a la noche por acá no pasa nadie”, manifestó la dueña del local de telefonía celular.
Respecto del asalto en Bolívar al 100 y sobre las quejas de los vecinos de Barrio Sur, que afirman sufrir arrebatos a diario, el jefe de la Seccional 2° señaló: “Nos llamó la atención porque es una situación que se da por primera vez en nuestra jurisdicción; no es común este tipo de hechos. Tenemos el Sistema de Emergencias 911 que distribuye los vehículos conforme al mapa del delito. Es verdad que los delitos más frecuentes son los arrebatos, pero hemos disminuido entre un 30% y un 40% las denuncias por arrebatos desde que se implementó el 911”.
El 19 de julio pasado, informamos que el Ministerio de Seguridad decidió enviar 53 nuevos agentes a la Unidad Regional Capital, por los hechos de inseguridad que suceden en el microcentro, entre junio y lo que va de julio, para reforzar la Guardia Urbana en la vía pública. Por su parte, el gobernador dijo que la idea es que hasta diciembre se incremente la cantidad de policías en las calles. “Antes de fin de año van a salir otros 300 efectivos más y ya se encargó la compra de vehículos y motos”, afirmó.
La realidad está mostrando que la inseguridad no se soluciona con más policías en la calle. ¿Cómo explicar los robos en los comercios de Mendoza al 400, cuando se supone que es una zona que debería contar con vigilancia? Las autoridades deberían preguntarse qué es lo que están haciendo mal o no hacen.
Sabido es que no todas las víctimas hacen la denuncia por desconfianza en la fuerza policial. Tal vez la Policía debería trabajar conjuntamente con los vecinos para conocer sus temores y los movimientos de su barrio. De ese modo, se establecería un vínculo distinto y se podría diseñar un mapa del delito y trabajar en la prevención.
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