El encanto de los cuentos de hadas

El encanto de los cuentos de hadas

historia cultural y social de un género

20 Julio 2014

ENSAYO

EL IRRESISTIBLE CUENTO DE HADAS

JACK ZIPES

(Fondo de Cultura - Buenos Aires) 

Jack Zipes es una autoridad mundial sobre el cuento de hadas y eso se nota en este libro: en la abrumadora cantidad de bibliografía, en las discusiones con otros estudiosos, en la madurez que alcanzan ciertas reflexiones. Con todo, no es un libro sólo para especialistas; puede interesar a todos, dada la fuerte encarnadura que los cuentos de hadas tienen en cada uno de nosotros. Hablamos de un género que nos constituye, quizás, como ningún otro.

De esa premisa parte el autor, que intenta comprender las razones del encanto y de la persistencia de estos cuentos, cuya evolución cultural tiene un estrecho vínculo con todos los tipos de narración y los diferentes procesos civilizadores que han afianzado la formación de los Estados nación. Zipes se pregunta por qué estos relatos gozan de un lugar privilegiado en las sociedades del mundo entero y se han convertido en un rasgo natural de nuestras vidas cotidianas.

La denominación “cuento de hadas” abarca tanto al cuento de hadas literario como al cuento folclórico maravilloso de tradición oral. Se usa para hablar de relatos tan diversos como Caperucita roja, Cenicienta, Hansel y Gretel. Son cuentos que no fueron pensados para niños, pero que encontraron eco en ellos, quienes los traen a la memoria a medida que van creciendo para enfrentar las injusticias y contradicciones del mundo real. Sus orígenes se remontan a un relato oral simple que contenía elementos mágicos relacionados con creencias de pueblos paganos. Relato que experimentó transformaciones antes de que la imprenta produjera textos más o menos fijos, y que sigue modificándose hasta hoy, tanto de boca en boca, como a partir de la pintura, la fotografía, el cine.

Aspectos poco difundidos
El libro saca a la luz aspectos poco difundidos sobre el género, como su significado para las escritoras francesas del siglo XVII, que apelaban a las hadas para disimular sus críticas a la Iglesia y el Estado; o como la relación entre hadas y brujas, y la transformación de estas últimas (asociadas por el paganismo a la sabiduría y la fertilidad) en criaturas malévolas. Una transformación que resulta de una mirada occidental misógina ligada a la demonización que el cristianismo ha hecho de las brujas y que ha potenciado Disney (desde la versión de Blancanieves de 1936 hasta la reciente de Rapunzel).

Muestra también cómo las colecciones (casi desconocidas) recopiladas por mujeres del siglo XIX impugnan concepciones patriarcales dominantes, como la visión de las heroínas como bellas e inocentes doncellas, obedientes y pasivas, nacidas para servir a los intereses del hombre.

Como ejemplos de la persistencia y el poder de expansión del género, Zipes analiza una reciente remake cinematográfica de Barba azul, además de la obra de artistas visuales contemporáneos (en su mayoría feministas), que enfocan los tópicos del cuento de hadas desde una perspectiva escéptica y subversiva. Un caso sería la interesante serie fotográfica Fallen princesses (Princesas caídas), de Dina Goldstein, que puede verse en internet.

Para el autor, nuestras nociones actuales del género han sido determinadas por las colecciones de Perrault, Andersen y, sobre todo, de los hermanos Grimm (cuyos textos devinieron en paradigma del cuento de hadas clásico), por no hablar de Disney, cuyas adaptaciones Zipes considera torpes, insípidas y productoras de falsas imágenes color de rosa. Insiste por ello en la necesidad de atender otras colecciones (de Giusseppe Pitrè o Laura Gonzenbach) que muestran una realidad muy distinta.

Así, el libro destierra muchas ideas erróneas y lugares comunes sobre el tema, al tiempo que nos sumerge en el cuento de hadas como en un mundo nuevo.

© LA GACETA
Soledad Martínez Zuccardi

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