“Mi hermano nunca fue violento, ella lo buscaba”

Los familiares de José Ariel Pérez negaron que el hombre haya sido violento y aseguraron que Aidé Nieves Amaya, la mujer de 31 años que lo mató de un escopetazo la semana pasada, estaba obsesionada con él.

El crimen ocurrió el miércoles a la noche, cuando el hombre de 35 años fue a la casa de su ex pareja a visitar a la hija que tenían en común y ella le disparó en medio de una discusión. El tiro despertó a las personas que viven en las pocas casas de El Cortaderal, un paraje ubicado en el kilómetro 1264 de la ruta 9, quienes llamaron a la Policía.

Horas después de que Amaya cometiera el crimen y se la llevaran detenida, la mamá de la mujer dijo a este diario que su hija era víctima de la violencia física que ejercía Pérez sobre ella y que, pese a que lo había denunciado varias veces en la comisaría, el hombre insistía en volver a buscarla.

Pero Analía Pérez, una hermana del fallecido, desmintió esa versión. “Mi hermano nunca fue violento, era ella la que lo buscaba”, afirmó.

Una nueva vida

La mujer relató que su hermano había terminado la relación con Amaya hace aproximadamente dos años y que había formado pareja con otra joven, con quien también había tenido una nena.

“Supongo que lo que desencadenó todo esto fue que ella debe haberse ella enterado de esta nueva vida de José”, estimó Pérez. Además, señaló que Amaya llamaba permanentemente a su ex pareja y le exigía que fuera a su casa. “Una vez él me contó que ella lo extorsionaba, que lo llamaba y le decía que si no iba se la iba a llevar lejos a la nena o la iba a matar”, aseguró Pérez.

La hermana del fallecido reconoció que Amaya lo había denunciado por violencia de género, pero afirmó que “era todo mentira” de la mujer. En ese sentido, narró que en una oportunidad su hermano la descubrió -cuando todavía era su novia- con otro hombre y que en ese momento tuvieron una pelea y ella terminó denunciándolo en la Policía.

“Si él volvía a esa casa era por la chiquita, él dio la vida por ella”, sostuvo Pérez. Por último, expresó que teme por el futuro de la niña y que peleará en la Justicia por obtener la tenencia de su sobrina, de ocho años. “Esa nena estaba muy descuidada últimamente, quisiera poder tenerla en mi casa, quiero lo mejor para ella”, expresó.