De la falta de historia a un día histórico

De la falta de historia a un día histórico

Fue un día complicado, repleto de tensiones, emociones y muchísimo trabajo. Arrancamos muy temprano con los actos del 9 de julio, con casi todo el gabinete nacional en la provincia, más algunos gobernadores, con el agregado de que el país tenía sus ojos sobre Tucumán -ayer capital de la República- porque a los festejos los encabezaba el procesado vicepresidente Amado Boudou. Fue la celebración más expeditiva de la historia por dos razones: la mayoría de las autoridades presentes buscó tener la menor exposición posible junto a Boudou (varios evitaron las fotos a su lado) y muchos estaban apurados por irse a ver el partido. Por la tarde, la redacción tuvo otro clima: mucho nervio, gritos, angustia y luego, el final soñado. Las lágrimas de los héroes en la cancha se replicaron en los ojos de varios periodistas. Abrazos, cantos y bailes desahogaron las tensiones de un día que comenzó controvertido y casi sin historia y terminó siendo mágico e histórico.

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