“Gracias a la bioneuroemoción vivo en paz y sin sufrimiento”

“Gracias a la bioneuroemoción vivo en paz y sin sufrimiento”

“Tendemos a atribuirles a los demás el origen de nuestros conflictos, pero lo que hacemos es proyectar un conflicto no sanado en el pasado”, afirma la especialista en bioneuroemoción Graciela Heredia

EJERCICIOS MENTALES. Las técnicas de la bioneuroemoción permiten detectar el origen de los conflictos. arundaya.org EJERCICIOS MENTALES. Las técnicas de la bioneuroemoción permiten detectar el origen de los conflictos. arundaya.org
“A partir de las terapias de bioneuroemoción, mi vida fue cambiando. Experimenté por primera vez lo que es sentirme en paz, sin sufrimiento, sin hacer juicios sobre los demás, y desde esa paz interior y desde la confianza voy construyendo nuevos vínculos; diría que es casi como hacerse una nueva identidad”, revela Elena (el nombre es ficticio, ya que la entrevistada pidió privacidad por razones laborales).

¿Y qué es la bioneuroemoción? Una de las definiciones más difundidas explica que se trata de un método de investigación que tiene por objetivo encontrar las claves emocionales de cualquier conflicto personal o interpersonal, y que muchas veces se traduce como enfermedad, a la que se llama síntoma. En este sentido abreva del paradigma de Carl G. Jung que indica que la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre y no es el hombre el que tiene que curarla. En consecuencia, la bioneuroemoción lleva a preguntarse sobre qué es lo que ha originado la dolencia.

La bioneuroemoción es una metodología que aúna diferentes técnicas, conocimientos y ciencias, y que ha sido reunificada, definida e identificada como tal por el psicólogo catalán Enric Corbera, uno de los principales difusores de esta técnica. Corbera agregó también su propia visión y sus experiencias.

“Un arte”

Corbera dirige el Instituto Español de Bioneuroemoción, que tiene sede central en Barcelona. Además, Corbera dicta cursos de capacitación en distintas partes del mundo. En Cusco, Perú, se especializó, en 2012 y 2013, la tucumana Graciela Heredia. “Para mí, la bioneuroemoción es un arte; el arte de acompañar a una persona (quien hace la consulta) a descubrir su ‘lado oscuro’, su ‘sombra’ como lo llamaba Jung”, afirma.

En términos prácticos, Graciela resume: “es común que atribuyamos nuestros conflictos a los demás. Decimos que ‘fulano me hace tal cosa’ o que ‘aquel no me respeta’ o ‘mi hijo no me considera’. Sin embargo, lo que estoy haciendo es proyectar afuera una situación conflictiva que no fue sanada en el pasado. Mediante la terapia de bioneuroemoción se ayuda a la persona a descubrir cuál es esa emoción oculta que está proyectando, ya sea en su pareja, en su familia, en sus amigos o hasta en la relaciones laborales. Por lo general esa emoción oculta tiene que ver con el padre o la madre de cada uno”.

Testimonio

De esto da cuenta Elena. “He dejado de ver el conflicto afuera. Actualmente, cuando siento una emoción de malestar, busco dentro de mí -relata-. Lo primero, y que no es fácil, es identificar la emoción. Por ejemplo, cuento lo que me pasó hace poco. Me sentía decepcionada. ¿De quién? De mi hija. Entonces retrocedí (hacia el pasado) hasta que logré ver que esa emoción de estar decepcionada tenía origen en actitudes de mi padre. Allí apliqué recursos para modificar aquella situación”.

Elena explica: “lo que hago es vivenciar el momento del pasado lo más profundamente que pueda. Es instalarme en ese momento. Y luego, con un ejercicio mental, cambio la imagen de lo que ocurrió y cambio también el registro. Y entonces, la emoción desaparece”.

Agrega que no es cuestión de magia sino de trabajo sostenido. “Yo hice dos terapias de bioneuroemoción, y estoy aprendiendo las técnicas. Pero esto hay que hacerlo todos los días hasta ir alcanzando la práctica necesaria. La terapia no termina con la sesión”, subraya.

Un complemento

Graciela Heredia aclara que esta disciplina es una terapia complementaria de cualquier otra y no alternativa. “Puede ser usada por personas vinculadas con la salud o no”, agrega.

De hecho, la disciplina fue incorporada este año como materia optativa en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario y puede ser cursada por cualquier estudiante de la universidad no solo por los que concurren a esa Facultad.

La especialista subraya que la bioneuroemoción permite un cambio radical en el modo de ver la vida porque se cambia la conciencia. “Dejo de echarles la culpa a los demás por mis problemas y me hago cargo de ellos, me doy cuenta de que son mis propios pensamientos y creencias los que generan los conflictos”, especifica.

Elena lo describe de esta manera: “resuelvo los enojos y siento que me quedo limpia; al no emitir juicios sobre los demás vivo con gran tranquilidad, no hay ningún tipo de ruido mental, hay paz, energía disponible para llevar adelante los proyectos. Ahora conduzco mi vida de otra manera”.

Herencia emocional

La bioneuroemoción también hace hincapié en el análisis transgeneracional. “Es que heredamos de nuestros ancestros lo emocional a través del inconsciente”, explica Graciela Heredia. Mediante las técnicas de la bioneuroemoción se logra saber, entonces, cuál es la información emocional que se ha heredado y de quién, y si lo que estamos sintiendo o haciendo se debe a que tenemos que reparar algo que nuestro antepasado no pudo resolver en su momento.

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