Una solución ecológica y decorativa para tu casa

Parece una utopía: pagar la deuda ecológica y devolverles a estas tierras un espacio para que la naturaleza se desarrolle entre el cemento. Pero ya es una realidad. Cualquier lugar de la ciudad puede transformarse en un tapiz verde gracias a los jardines verticales. En Europa son una tendencia que lleva décadas y desde hace unos meses reverdecen algunas paredes de Tucumán.

Veredas estrechas, mucho tránsito, ruido y locales comerciales en cada metro de la cuadra. En este contexto de la 25 de Mayo al 300, unos arquitectos y el propietario de un bar sintieron la necesidad de crear un suspiro verde. “Queremos que los clientes, al sentarse en nuestras mesas, tengan la sensación de que están en el Jardín República. Cambiamos el ambiente en pleno centro”, destaca Federico Lanati, dueño de Bona. El arquitecto Pablo Vidal, que junto a Damián Rivadeneira forma parte del estudio Avanzza, comentó que lograron este remanso con varios recursos además de las plantas: un deck elevado que genera una separación virtual con la vereda y unos paneles que en su interior contienen algas. En este momento, ese estudio y otras empresas locales se dedican a estudiar y a crear ejemplos de esta nueva modalidad de decoración. Los técnica de los jardines verticales consiste en tapizar paredes con plantas que pueden crecer en distintos medios de cultivo y que generan una innovación en términos de sustentabilidad, de paisajismo y de tecnología.

El jardín vertical que realizaron en Bona cuenta con un sistema autónomo de riego por goteo (hidropónico) con fertilizantes, programado para regarse con diferentes frecuencias. Posee plantas de sombra y el resto de los materiales se pueden encontrar en la provincia. “Nos parecía coherente tener un discurso ecológico y usar -a la vez- elementos que se pueden conseguir en la plaza local. A tres meses de su instalación, están tan verdes que algunos transeúntes piensan que son artificiales”, aclara Vidal, quien trabaja en otro proyecto para instalar un jardín en la fachada de un edificio.

Rafael Kreibohm, ingeniero agrónomo y paisajista, realizó su primer jardín vertical en 2006 para el Jockey Club; estudió la tendencia que impuso Patrick Blanc (ver “Origen y beneficios...”) y fue analizando la manera de hacerlo sustentable y que llegara a tener un precio coherente. De esta manera generó su propia técnica, que consiste en un sistema de paños con bolsillo; cada uno de ellos lleva una planta con tierra y el fondo está cubierto con musgo y malla de alambre. “Así disimulo todo lo que hay por detrás y sorprendemos a los clientes, que no entienden cómo crecieron allí las plantas”, agrega. Sus trabajos pueden verse en el hotel Hilton Garden Inn, en un restaurante de Salta y en un bar que próximamente abrirá sus puertas en Tucumán. El paisajista aclara que son una buena opción para aquellos sitios con espacios reducidos que dejan poco lugar para el verde.

Otro procedimiento muy utilizado en el mundo es el que realizan Ana Garay, Vilma Crozzoli y Marcela Bobovnikov, de la empresa Ecomuro. Ellas trabajan con el sustrato orgánico; usan musgo Sthachenun. “La ventaja es que tiene mucha durabilidad, es antibacteriano y posee gran retención de la humedad”, contó Garay. Ecomuro elaboró un panel que puede instalarse en una pared un interior o exterior.

A partir de ahora, queda en vos la decisión de elegir un cuadro o un tapiz vegetal para adornar cualquier espacio de tu casa.

Qué elegir y cómo ponerlas
- Gustavo Sobral, de Vivero Sobral, te recomienda que si ubicás el jardín vertical en el interior uses plantas pequeñas, como helechos de distintas variedades.

- Si son plantas grandes, pueden ser podadas. Es el caso de las fermentosas, que crecen colgando. También las podés enredar en el mismo jardín vertical.

- En un panel de dos metros por uno necesitás cerca de 40 plantas.

- No necesariamente deben ser todas las plantas iguales. Lo ideal es hacer un salpicado con algunas plantas, como Potus, Philodendron cordatum (tiene hojas verdes y otras amarillas, por lo que ofrece variedad al jardín), Cyfsus, helechos varios, pasto inglés, bromelias, lazo de amor.

Origen y beneficios
Un botánico francés fue el pionero
El precursor de este tipo de jardines es el botánico francés Patrick Blanc. A partir de la observación de la flora del sotobosque tropical, creó el sistema para realizar los jardines verticales y luego los patentó con su nombre. Según Blanc, este tipo de jardín no sólo se destaca por su belleza natural, sino que también tiene una larga lista de beneficios ambientales y para la salud. Un muro verde sirve como aislante térmico para una fachada castigada por el sol; funciona como panel acústico absorbiendo ondas sonoras; ahorra espacio y le da valor a lugares urbanos sin uso; genera más oxígeno, y aporta un granito de arena para reducir el calentamiento global.

Hacelo con tus propias manos
- La paisajista tucumana Loló Nagore explica que no es recomendable hacer estos jardines en lugares donde no entran los rayos del sol o donde hay mucho viento.

- Es fundamental que la instalación tenga buen riego. Por ello se debe instalar una manguera de riego por goteo, que lleva un timer en la canilla. Tiene agujeritos para cada maceta y se la programa para que riegue unos 20 minutos por día (el tiempo depende del tipo de plantas).

- El jardín vertical se puede realizar con todo tipo de soportes, como macetas enganchadas en maderas o en pallets atornillados a la pared, o en cualquier estructura de hierro.

- Hay que tener en cuenta la humedad que puede pasar a la pared. Por ello hay que pintarla con un esmalte antihumedad o también se puede instalar una placa de PVC que servirá de placa protectora.