Brasil deportó a 32 barras argentinos

Brasil deportó a 32 barras argentinos

Los violentos integraban una lista de 1.200 condenados o requeridos por la justicia nacional.

 DyN DyN
24 Junio 2014

PORTO ALEGRE, Brasil.- Brasil impidió la entrada al país de 32 "barrabravas" argentinos en lo que va del Mundial 2014, según datos difundidos hoy por las autoridades locales. Mientras tanto, miles de hinchas arriban a Porto Alegre para ver el partido de mañana, que la Selección juega con Nigeria.

El Ministerio de Justicia de Brasil señaló que los 32 hinchas violentos fueron interceptados cuando intentaban ingresar al país vecino. Los nombres de los deportados figuran en una lista de unos 2.100 "barras" que están condenados o requeridos en la Argentina por tener antecedentes de violencia en estadios de fútbol.

Catorce de los "barrabravas" fueron interceptados en Río Grande del Sur, el estado del que es capital Porto Alegre, según confirmaron a la agencia DPA fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública. La portavoz del organismo regional, Ana Magagnin, indicó que Porto Alegre espera un mínimo de 80.000 hinchas argentinos para el partido de mañana en el reformado estadio Beira Rio. "Pero ese número puede aumentar", acotó.

La funcionaria agregó que las autoridades están en alerta para recibir a la gran cantidad de visitantes, a los que suman unos 1.000 nigerianos y algunos extranjeros de terceros países cuyo número no precisó. 

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Para minimizar el impacto de la masiva llegada de visitantes y evitar contratiempos, las autoridades se ocupan de orientar a los recién llegados que no tienen reservas en hoteles u otros alojamientos, para que se hospeden en campings aprobados para tal finalidad por los organismos de control.

El Ministerio de Justicia añadió que cerca del 90% de los extranjeros que llegaron a Porto Alegre a instancias del partido de mañana declararon no tener entradas y estar más interesados en los festejos preparatorios y posteriores al encuentro.

El número de visitantes en Porto Alegre superó las estimativas iniciales, señaló Magagnin, aunque aseguró que las fuerzas de seguridad se prepararon para recibir un volumen de extranjeros mayor al estimado.

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