Catamarca condenó al primer imputado por femicidio de la región

El primer juicio por femicidio de la región finalizó esta semana con la máxima pena. Francisco Andrés Quiroga, “El Negro La Carpa”, fue condenado a prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por femicidio. La víctima era su ex pareja, María Rita Valdez. La sentencia fue emitida el jueves por los jueces de la Cámara Penal N° 1 de Catamarca, Fernando Esteban, Fabricio Gershani Quesada y Rodrigo Morabito.

Valdez tenía 23 años, dos hijos con Quiroga y ejercía la prostitución cuando fue asesinada, entre el 2 y el 5 de marzo del año pasado. El dramático hecho habría ocurrido porque el acusado no quería que su pareja tuviera otra relación. Según se expuso en las audiencias, que comenzaron el 11 de junio, durante una violenta pelea Quiroga golpeó en la cara a la mujer y le clavó un puntazo en la garganta. Luego seccionó el cuerpo de Valdez y arrojó los restos en las aguas del dique El Jumeal, ubicado en San Fernando del Valle de Catamarca. Un tatuaje que tenía la víctima permitió determinar que las extremidades encontradas en el dique pertenecían a ella. Sin embargo, nunca hallaron el torso ni la cabeza de la mujer.

En aquel momento, Quiroga había declarado que Valdez se encontraba en otra provincia para desvincularse del crimen. Pero no le creyeron y le imputaron el hecho.

Durante la etapa de instrucción no quedó establecido cómo ni dónde asesinó Quiroga a Valdez. No obstante, el fiscal de Cámara Jorge Silva Molina pidió la máxima pena para el imputado, tras argumentar que no quedaban dudas de su responsabilidad en el hecho. Según expuso en su alegato, existen indicios y evidencias de la violencia psicológica y física que ejercía el acusado sobre la víctima. También mencionó las declaraciones de varios testigos que confirmaban esa situación de dominio y persecución que padecía Valdez.

Por su parte, el abogado defensor Víctor García solicitó la absolución de Quiroga y exhortó a que se busque al verdadero responsable de la muerte de la mujer. Pese a ello, el tribunal encontró culpable al imputado. Eran 16 los testigos citados para declarar en el juicio. No obstante, sólo se presentaron seis personas y varias de ellas manifestaron tener miedo a sufrir represalias.

Un testimonio clave fue el de Teresita Barros, la madre de la víctima. La mujer le dijo al tribunal que su hija era asediada y amenazada por Quiroga. También contó que, como el hombre tenía bajo su cuidado al hijo más pequeño de la pareja, le exigía a Valdez, que se dedicaba a la prostitución, que le entregara su recaudación diaria para comprar alimentos. Además, Barros aseguró que en una oportunidad el hombre le lanzó una clara amenaza: “te voy a entregar a tu hija en una bolsa de nylon”.

Otro testimonio relevante fue el de Miguel Ángel Pérez, apodado “El Negro La Pepa”, quien también fue pareja de la víctima. El hombre afirmó que también sufría las amenazas del imputado. “Si María no es mía, no es de nadie”, le había advertido Quiroga en alguna ocasión, según expuso durante el juicio. Ese fue el motivo por el cual Pérez -según dijo- había desistido de continuar la relación con Valdez.

Durante las audiencias también quedó evidenciado que la mujer había denunciado al menos en cinco oportunidades a Quiroga por diferentes hechos de violencia. Sin embargo, nada evitó el trágico desenlace y el hombre de 51 años deberá cumplir la condena de prisión perpetua por haberla asesinado.