Bouvier no cree en la declaración de Lasi

Bouvier no cree en la declaración de Lasi

El padre de Cassandre está convencido que el acusado encubre a otras personas que participaron de los homicidios de las francesas. El abogado Rodríguez Spuch pediría la absolución de Daniel Vilte Laxi y de Santos Clemente Vera, al considerar que son “perejiles” en la causa. Los motivos.

ESQUIVAR LA PERPETUA. Lasi admitió el abuso y se desligó del homicidio, tratando de evitar la pena máxima. la gaceta / fotos de diego aráoz (archivo) ESQUIVAR LA PERPETUA. Lasi admitió el abuso y se desligó del homicidio, tratando de evitar la pena máxima. la gaceta / fotos de diego aráoz (archivo)
26 Mayo 2014
Aunque Gustavo Orlando Lasi se empeñó en dejar en claro que Daniel Vilte Laxi y Santos Clemente Vera fueron los que atacaron a las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, el padre de la primera no le creyó. Jean Michel Bouvier, en contra de lo que piensa el resto de los familiares de las víctimas, está seguro de que se está encubriendo a otras personas que participaron del crimen.

La posición de Bouvier quedó evidenciada el jueves, cuando el presidente del tribunal Ángel Longarte informó que los abogados querellantes dividían su representación. Federico Rodríguez Spuch será el encargo de verbalizar en los alegatos el pedido del padre de Cassandre.

El querellante solicitaría prisión perpetua para Lasi, acusándolo de ser uno de los abusadores de las turistas y uno de los presuntos homicidas. En cambio, el letrado pediría que Vilte Laxi y Vera sean absueltos, ya que Bouvier cree que son “perejiles”.

Las certezas
“Está casi probado que él (por Lasi) estuvo en el lugar donde violaron y mataron a las chicas”, dijo Rodríguez Spuch. Las pruebas para sostener eso son varias.

En primer lugar, la carabina calibre 22 que usaron para matar a Cassandre Bouvier era de Walter Lasi, padre de Gustavo. Además, las pericias de ADN determinaron que había semen del acusado en los cuerpos de las dos víctimas, aunque él admitió haber tenido “acceso” sólo con una de ellas.

La tercera prueba es la confesión que hizo Gustavo Lasi durante la instrucción, y que el jueves reafirmó ante el tribunal. En ella argumentó que Vilte Laxi y Vera atacaron a las francesas cuando las vieron en el “mirador” de la Quebrada y que cuando se retiró, las chicas estaban con vida.

Las dudas
Bouvier cree parcialmente en esta versión de Lasi. Según el imputado, el 15 de julio de 2011 estaba aburrido en su casa y decidió dar una vuelta hacia los cerros. Tomó la carabina de su padre para cazar pájaros en el trayecto.

Yendo hacia la Quebrada se encontró con Vilte Laxi y Vera, según la declaración de Lasi, y caminaron juntos hasta llegar a las cercanías del “mirador”, donde vieron a dos mujeres que resultarían ser Cassandre y Houria.

Esa declaración es la principal prueba que hay en contra de Vilte Laxi y Vera. Bouvier está convencido de que Lasi los señaló para encubrir a algún familiar o amigo, o que hay otros intereses que no puede precisar, según comentaron allegados al padre de Cassandre.

Vilte Laxi y Vera sostienen que no eran amigos de Lasi, por lo que difícilmente podrían haber mantenido una conversación (además de negar haber estado en el “mirador” el día del crimen). Todos los testimonios que se dieron en el debate oral dieron fe de la diferencia histórica entre las familias Lasi y Vilte, quienes se habrían enfrentado en varias oportunidades por las propiedades de las vacas que criaban en la zona.

El lugar
El padre de Cassandre, además, tiene sus dudas sobre el lugar en el que ocurrió el crimen. A pesar de que se probó que las chicas ingresaron al paseo de la Quebrada el 15 de julio a las 16.30 aproximadamente, la declaración de un empleado que afirmó haber visto a dos francesas que se retiraban ese día, le trajo dudas sobre si las chicas salieron o no de la Quebrada. Bouvier no descarta que puedan haberlas asesinado en otro lugar y que luego sus cuerpos hayan sido dejados en el “mirador”.

De lo que no tiene dudas es de que hay más personas que deberían haber estado sentadas en el banquillo de los acusados.

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