El EPAM, el puente con los adultos mayores

El EPAM, el puente con los adultos mayores

25 Mayo 2014
Una de las grandes ofertas de extensión a la comunidad que tiene la UNT es el programa Educación Permanente para Adultos Mayores (EPAM).

Se trata de un espacio que ha fortalecido la relación de la universidad con las personas de la tercera edad, cubriendo las necesidades de un grupo cada vez más nutrido y más activo de la población.

El EPAM nació en 1985, bajo el asesoramiento de la profesora Teresa Bernasconi y del farmacéutico Ricardo Somaini, según consta en una nota publicada en el sitio web de la UNT. En más de 50 talleres, los adultos mayores pueden aprender nuevos saberes, hacer amigos y cumplir los sueños postergados.

El EPAM siempre funcionó en una antigua casa ubicada en Rivadavia 417. El inmueble cerró sus puertas cuando concluyó el ciclo lectivo 2012, a raíz de un juicio de desalojo motivado por una persistente mora en el pago del alquiler. Incluso, se trabó un embargo a la cooperadora del EPAM por unos $ 800.000.

El ciclo lectivo de 2013 se mudó a la ex usina termoeléctrica de Agua y Energía, de avenida Sarmiento al 1.100. Allí los alumnos cuestionaron la falta de accesibilidad al edificio y las pocas condiciones de salubridad que presentaba. Hubo varias protestas hasta que finalmente los adultos mayores lograron que las autoridades universitarias los escucharan.

Primero les ofrecieron trasladarlos al edificio de Muñecas 436, donde funcionan dependencias de la Facultad de Derecho. Los abuelos insistieron con volver a la vieja casona de Virgen de la Merced (ex Rivadavia) 417. Según las últimas informaciones, ya estaría todo prácticamente arreglado para que los cursos del EPAM vuelvan a dictarse allí.

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