Aseguran que lograron la cura del cáncer en 30 pacientes

Aseguran que lograron la cura del cáncer en 30 pacientes

El tratamiento CART ya es una mina de oro. Inversión millonaria de Novartis

21 Mayo 2014
¿Un milagro? Una niña de 6 años que sufría leucemia linfoblástica aguda inmune a la quimioterapia, se curó de su mal con la técnica experimental denominada Chimeric Antigen Receptor T-Cell (CART). El nuevo tratamiento sobre el que el doctor Carl June, de la Universidad de Pennsylvania, llevaba tiempo trabajando pero sin experimentar en humanos, se vale de la tecnología para extraer del enfermo las células inmunes (células T), modificarlas y transformarlas en células “asesinas” de las células cancerosas. Además, se explicó que son capaces de reproducirse hasta no dejar en el cuerpo del paciente ningún rastro de cáncer.

Y el ensayo funcionó: a los siete meses la niña se curó, después de haber estado al borde la muerte por los efectos secundarios de la terapia, informó ayer el diario español ABC. Los resultados con la técnica CART han sido satisfactorios en todos los casos tratados: el cáncer desapareció en 25 niños y en cinco adultos. Ahora CART se ha convertido en la mina de oro. Tras los éxitos obtenidos, el doctor June recibió suculentas ofertas de empresas farmacéuticas por su investigación. Al final llegó a un acuerdo con Novartis. La multinacional invirtió 9.900 millones de dólares para que el doctor June y su equipo se dedicasen a la investigación y desarrollo del tratamiento teniendo en cuenta que el tiempo juega en su contra. “Los recursos no son un problema”, asegura el CEO de la firma Joseph Jiménez, que protagoniza este mes la portada de la revista “Forbes”, bajo el titular: “¿Este hombre curará el cáncer?”.

Un largo proceso
Novartis prevé para 2016 finalizar con los ensayos clínicos, poner en marcha una planta para crear tratamientos individuales para cada paciente y encontrar la manera de disminuir los efectos secundarios que casi mataron a la niña de seis años. Sin duda, el CART es un tratamiento revolucionario y en él hay puestas miles de esperanzas.

Pero detrás se esconde una “guerra económica”: hay otras farmacéuticas que compiten con Novartis. Tal situación evidencia que los esfuerzos para desarrollar nuevas curas para tratar el cáncer están en la economía y no en la ciencia. “Los precios de la oncología deben replantearse porque el nivel alcanzado no será sostenible a largo plazo”, reconoce Jiménez.

Ahora, toca esperar y comprobar si los tratamientos acaban siendo accesibles a todo el mundo.

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