Ramón agranda la leyenda

Ramón agranda la leyenda

Cuestionado por la dirigencia en marzo, enderezó el rumbo del equipo y lo llevó al título

¿SE VENDRÁ EL MONUMENTO? Los simpatizantes “millonarios” no paran de idolatrar al trabajo de Ramón Díaz como DT. dyn ¿SE VENDRÁ EL MONUMENTO? Los simpatizantes “millonarios” no paran de idolatrar al trabajo de Ramón Díaz como DT. dyn
Subcampeón en el Final y 17° en el Inicial de 2013, con recurrentes quejas sobre los árbitros por parte de Ramón Díaz, River y su DT jugaron a comienzos de este año todas sus fichas a saldar la deuda con la grey “millonaria”. A mediados de marzo, tras la segunda derrota en el torneo (contra Godoy Cruz en el “Monumental” y Colón, en Santa Fe), el presidente Rodolfo D’Onofrio pronunciaba una frase sentenciosa: “si no le va bien, Ramón solo dará un paso al costado”.

La referencia tenía como destinatario al técnico más ganador de la historia riverplatense, que navegaba entonces sobre aguas turbulentas y la dirigencia parecía resuelta a ponerle plazo para enderezar la campaña del equipo: el 30 de ese mes, jugaba el superclásico con Boca, en La Bombonera. Antes, River debió afrontar una semana crucial y en tres partidos sacó siete puntos. Otro tropiezo en Floresta (vs. All Boys 2-3) volvió a disparar los rumores sobre la salida del riojano, que encontró oxígeno con la victoria sobre Lanús en la fecha previa al derby en La Ribera.

River, como la gran mayoría de los equipos que se codearon con la punta, no encontraba regularidad en su juego pero el duelo con su archirrival (victoria 2 a 1 sobre el epílogo) pareció darle el impulso anímico vital para disimular cierto déficit futbolístico y encarar el tramo decisivo del campeonato con mentalidad ganadora, que el riojano bien sabe infundir en sus dirigidos.

Esa cualidad que distingue y se le reconoce a Ramón, aún sobre sus condiciones de estratega o de su presumible perspicacia para acertar en los cambios, incidieron en esta vuelta olímpica.

Claro que River vuelve a ser campeón, fundamentalmente, porque su arco estuvo muy bien custodiado con Marcelo Barovero o Leandro Chichizola, por el aporte colombiano (Éver Álvarez Balanta, “Teo” Gutiérrez y un Carlos Carbonero excepcional), Cristian Ledesma y Matías Kranevitter, el Fernando Cavenaghi de las últimas fechas, entre otros nombres que le dieron una inmensa alegría.

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